Ordenar el caos

El desaparecido director teatral Victor García definía el fascismo como una manera trágica de ordenar el caos. La figura de un director de orquesta, en especial si es proclive a la ostentación gestual, puede resultar una imagen cercana a esta necesidad de una autoridad para, en su caso, lograr del batiburrillo corcheístico los disciplinados sones sinfónicos. En el caso de la orquesta, de entrada, ya se introduce un primer mensaje. Parece preferible el orden de la composición, ese ruido agradable, al sonoro caos instrumental.Fellini, en la película que se emite hoy en La clave, nos muestra una orquesta no del todo convencional cuyo ensayo deriva hacia situaciones imprevisibles. Los profesores del conjunto asumen no únicamente el papel de percusionistas o maestros de cuerda si no que soportan una carga metafórica que convierte el minúsculo universo orquestal en un supuesto reflejo de colectivos ciudadanos de mayores dimensiones. El barroquismo del cineasta, un tanto más contenido en esta ocasión, resulta, como la estética surgida del caos, mucho más evidente en su afán disciplinario a pesar del aparente desbordamiento de las imágenes. Filme de menor duración que otros trabajos fellinianos, ajusta su tiempo narrativo a las necesidades de desarrollar la metáfora planteada.

Ensayo de orquesta se emite hoy a las 20.30 por la segunda cadena.