Los beneficios brutos de la Caja de Ahorros de Plasencia se incrementaron el 71%.

La Caja de Ahorros de Plasencia cerró el ejercicio 1983 con unos beneficios brutos de 624,8 millones de pesetas, lo que supone un incremento del 71,4% sobre 1982. De esta cantidad, 246,1 millones se destinan al fondo de autoseguro y 85,7 millones para saneamiento de la cartera de valores.El director general de la entidad, José Luis Peinado Pérez, señaló ayer, en Madrid, que estos resultados no son brillantes desde un punto de vista puramente económico, al compararlos con los del resto del sector, pero que, en su opinión, los resultados de una caja de ahorros deben medirse especialmente por la labor de promoción regional que realice.

"Debemos invertir allí donde obtenemos el dinero, siempre que el Gobierno nos lo permita", afirmó José Luis Peinado, quien añadió que esa tarea no es fácil en estos momentos, "ya que los coeficientes de caja están sirviendo para cubrir el déficit público, lo que favorece a las regiones más desarrolladas", en detrimento de las menos favorecidas. "Las cajas podemos convertirnos en un instrumento de empobrecimiento de nuestras regiones", subrayó.

Peinado señaló su conformidad con el proyecto de ley de órganos rectores de las cajas que presentará el Ejecutivo, aunque "se queda corto" en el planteamiento de regionalización de estas instituciones. Una solución podría ser que cada Gobierno autonómico tuviera capacidad para fijar el 50% de los coeficientes obligatorios en su región.

Por otra parte, los recursos ajenos de la entidad se situaron en 45.608,3 millones de pesetas, lo que supone un incremento del 22,7% respecto al año anterior. Del total, el 46,2% corresponde a depósitos a plazo y el 40,5% a cuentas de ahorros.