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Un equipo de transportistas, rival del Barcelona en la final de la Recopa

En las oficinas del club de balonmano Sloga Bosnaprevoz Doboj el teléfono suena hasta que se cansa el timbre. Casi nunca hay nadie. Todos sus directivos son aficionados y viven de otros trabajos, lo mismo que los jugadores. En el equipo hay un jefe de supermercado, un técnico en maquinaria industrial, estudiantes de medicina, ferroviarios y transportistas. Doboj es el cruce ferroviario más importante de Yugoslavia y en esta actividad da trabajo a 4.500 personas. El Sloga es el rival a batir por el Barcelona mañana, domingo, en la final de la Recopa de Europa, que se disputará en el Palau Blaugrana a partir de las 12.30 horas.

A orillas del río Bosna y otros dos cursos menores, Doboj es una ciudad de 30.000 habitantes a la que en marzo se le derriten los últimos copos de nieve de los alminares de sus mezquitas y los campanarios de sus templos cristianos. Burgo perdido entre montes hasta hace unos decenios, con los primeros bríos económicos descubrió el balonmano en el patio de una escuela el año 1952. El juego, que al principio les pareció a los lugareños una variante tramposa del fútbol, daría a conocer a Doboj a todos los aficionados yugoslavos al deporte, al principio en divisiones regionales.En 1980, el Sloga Bosnaprevoz ascendió a la Primera División federal, quedando entre los 10 primeros. Al año siguiente ya quedó en el tercer puesto de la clasificación, en 1983 en el quinto y este año, el de la gran oportunidad internacional de la Recopa, no ha logrado pasar del noveno puesto en la liga yugoslava. Hace tiempo que los presupuestos municipales se quedaron cortos; por eso el club Sloga se buscara un apellido de alcurnia económica, y lo encontró en Bosnaprevoz, una empresa transportista con sede en Doboj que ahora patrocina económicamente al Sloga.

Pero las aventuras deportivas internacionales resultan prohibitivas hasta para las grandes empresas de un país que, como Yugoslavia, pasa por años de vacas flacas y crisis económica. Por eso el Doboj Bosnaprevoz le ha vendido al Barcelona el partido de casa de la Recopa por 20.000 francos suizos (un millón y medio de pesetas aproximadamente) más todos los gastos de viaje y estancia en Barcelona. "Habrá partido único pero creemos que no está mal, dadas las circunstancias del balonmano y que la revancha nos tocaba jugarla en Barcelona", declaró a este periódico el secretario del Sloga Bosnaprevoz, Dino Karalich.

El entrenador, Josip Glavas, no destapa sus planes. Declara que espera beber "de la copa del Barcelona", aunque opina que en un partido así, en el que se gana o se pierde por KO, cualquier circunstancia o cualquier imponderable puede resultar decisivo.

Una móvil defensa

El Sloga Bosnaprevoz tiene puestas sus esperanzas en la movilidad de la defensa y en la capa cidad de infiltrarse y replegarse por las alas que tiene su conjunto. Al alero derecho, Muhamed Memich, lo califican de torbellino, y aseguran que podría competir con éxito en las carreras de 100 metros lisos.

Ningún viaje a Doboj puede desentrañar el secreto de la receta que, aseguran en el club, ha preparado el entrenador Glavas para Wunderlich. "Si el Barcelona no descubre un antídoto en los 60 minutos del partido, la victoria es nuestra", garantiza Zlatko Miskovich, cronista del Sloga Bosnaprevoz. En cuanto al yugoslavo del Barcelona, Petri Fejzula, le recuerdan con respeto, como jugador de buena lid y combativo, desde sus tiempos del Estrella Roja de Belgrado, con quien se enfrentó al Sloga Bosnaprevoz.

El estratega del equipo es Drago, Jovovic, que sabe por diablo y por viejo. Tiene 30 años y fue miembro de la representación olímpica yugoslava en Moscú82. Ha vestido 110 veces el azul de la selección. Mide 1,95. A Zoran Zubak, también delantero, le llaman la catapulta y fue seleccionado 30 veces. Por el momento este estudiante de quinto año de medicina no figura en la selección federal, pero posiblemente volverá a ella en breve.

La otra figura, Torbellino Muhamed Memich, es el volante derecho. Estudiante de Maquinaria Industrial, ha sido seleccionado 20 veces y es candidato firme para el equipo olímpico yugoslavo de Los Ángeles. Su rapidez le ha convertido en una de las armas más contundentes del Sloga Bosnaprevoz.

En Doboj quedaron encantados con no tener que jugar en Israel contra el Makabi Rison, de cuya eliminación se encargó el Barcelona. Hungría está pegada a Yugoslavia y uno de los autobuses de la empresa Bosnaprevoz, patrocinadora del Sloga, bastó para llevarse a los jugadores a Szegedin a jugar con el equipo Magiar Volan.

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