_
_
_
_
_

Phil Anderson, vencedor de la Semana Catalana

El australiano Phil Anderson, del equipo Panasonic, de Holanda, fue el vencedor de la 21ª edición de la Semana Catalana de Ciclismo, por delante del alemán Raymond Dietzen, del Teka, que sumó 27 segundos más. Eduardo Chozas, del Zor, fue el primer español clasificado, a 28 segundos de Anderson, que estuvo a punto de perder el liderato en la última etapa, disputada ayer entre Barcelona y Sabadell, con 179 kilómetros de recorrido. Ronny van Holen, del cuadro belga Safir, entró primero en la meta de Sabadell, con 11 segundos de ventaja sobre Pedro Ruiz Cabestany, del Orbea, y Recio, del Kelme, que llegaron destacados en un grupo en el que estaban todos los favoritos a la victoria final.

Anderson tomaba tranquilamente el sol en la plaza de Sant Jaume de Barcelona. Descansaba sentado en un coche y sus piernas depiladas brillaban como consecuencia del último masaje. Eran las 9.30 horas y parecía seguro del triunfo. Bromeaba con sus compañeros mientras los viandantes se acercaban a él y al resto de los participantes en esta Semana Catalana de Ciclismo con curiosidad. Poco después pasaría todo un calvario para conservar su jersei amarillo de líder. Sólo por esas cosas extrañas del ciclismo ha inscrito su nombre en el historial de la prueba. Los españoles lo tuvieron al borde del k. o., pero no supieron o no quisieron rematarlo."Pues... ¿qué quieres que hagamos? Vamos a atacar porque nos da igual quedar cuartos que sextos", decía Rafael Carrasco, director del Kelme, que vio cómo el australiano doblegaba al hombre fuerte de su equipo, Recio, en la contra reloj de Argentona. El resto de los conjuntos españoles se expresaba en parecidos términos minutos antes de darse la salida en la Plaza de Catalunya. Y no faltaron a su palabra: hubo lucha. La etapa fue trepidante y condensó toda la belleza, dureza y emoción del ciclismo.

López Cerrón, Ugartemendía y Van Holen aprovecharon el caos de circulación de Barcelona para realizar el primer intento de escapada. A su rueda, un Panasonic, que en esta ocasión era Theunisse. Su objetivo era avivar el ritmo de la carrera, que quedó roto a las puertas del primer paso por Sabadell, cuando un grupo de funcionarios del ayuntamiento, en huelga, quisieron paralizar la etapa, aunque luego se contentaron con exhibir sus pancartas reivindicativas: "Salarios dignos, no más privilegios".

Schiper, del Viditel, que, prácticamente, se ha paseado por la prueba, quiso tentar a la fortuna al pasar por Terrassa y se lanzó en solitario. A su paso por Monistrol de Montserrat llevaba una ventaja de 2 minutos y 30 segundos sobre el pelotón. Las primeras rampas del puerto de Montserrat se le atragantaron, aunque lo coronó en primera posición. Comenzaba la gran batalla.

Alberto Fernández, vencedor enl a anterior Semana Catalana, empezó a probar las fuerzas de Anderson. A su lado, el pequeño Belda, Laguía, Delgado y Rupérez. Pero el australiano aguantó el primer ataque, que seleccionó a los hombres. La carrera ya estaba rota y el pelotón disgregado como las cuentas de un rosario.

La oportunidad perdida

El descenso fue rápido y, durante el mismo, se formó un grupo de más de 20 corredores en el que estaban todos los favoritos. Faltaba todavía un nuevo puerto de primera categoría, el Alto de las Estenallas, a tan sólo 31 kilómetros de la meta. Era la última oportunidad para desembarazarse de Anderson. Y de nuevo fue Alberto Fernández quien lanzó el ataque, al que siguieron Recio, Dietzen, Delgado y Laguía, que pasaría en primera posición bajo la pancarta.

El australiano no pudo aguantar el ritmo y quedó descolgado. Parecía que su suerte estaba echada. Pero no hubo entendimiento en el grupo de cabeza y Anderson, arropado por sus compañeros, logró el ansiado contacto. La presencia del alemán Dietzen, que corre en el equipo Teka, frenó la marcha de los escapados.

En la meta de Sabadell, victoria parcial de Van Holen y triunfo final de Anderson, que debutaba en España. "Ha sido muy difícil", acertó a decir entre empujones -el caos de la llegada fue total- y más pancartas reivindicativas.

Alberto Fernández, que lo intentó todo, se lamentó de la falta de colaboración en la escapada buena: "Así es el ciclismo y así hay que aceptarlo. Yo ataqué porque había que arriesgar". "Lo teníamos entre las cuerdas, pero para que ganara el alemán...", añadió con ironía Carrasco.

Clasificaciones:

Etapa: 1, Van Holen, 4.52.26. 2, Ruiz Cabestany, a 11 segundos. 3, Recio, m. t.

General: 1, Phil Anderson, 23.39.33. 2, Raymond Dietzen, a 27 segundos. 3, Eduardo Chozas, a 28 segundos. 4, José Recio, a 30 segundos. 5, Alberto Fernández, a 40 segundos.

Patrocinio: de mensajero, a ciclista profesional

Es tímido y da la impresión de no estar ambientado. Por el momento, viene pasando inadvertido para la afición ciclista española. "En mi país era un ídolo, pero aquí soy uno más". Es Patrocinio Jiménez, un colombiano de 30 años, casado y padre de tres hijos. Nació en Boyacá y comenzó a trabajar de mensajero con una bicicleta. "Así se inició mi afición por el ciclismo. Yo nací para este deporte por gene ración espontánea, sin ningún tipo de preparación".En 1974 empieza a tomarse en serio eso de competir en bicicleta y el Ministerio de Obras Públicas de Colombia lo ficha para su equipo, "pero sólo en plan aficionado, porque allí no hay profesionales". Triunfa en Colombia, Guatemala y Estados Unidos y participa en el Tour del Porvenir en dos ocasiones. "En 1980 fuí sexto y en 1981 tercero, además de ganar el premio de la montaña". El Tour de Francia del año pasado fue su gran oportunidad y no la desaprovechó al terminó en el puesto 15º, defendiendo el jersei de su país. Después dio el salto al profesionalismo.

"Teka me ofreció un contrato y no lo pensé mucho, a pesar de que significaba marcharme de mi país. Allí ya lo he hecho todo". Sólo ha fichado por un año "porque no sé cómo voy a responder, ya que muchas cosas son nuevas para mí". Patrocinio no se adapta al frío. "Me pone malo. Por eso tuve problemas físicos en mis inicios en España, en la Vuelta a la Comunidad Valenciana". Y para ratificar sus palabras pide que la charla se haga en una zona donde caliente el sol primaveral, que ya comienza a broncear sus blancas piernas "llenas de cosa", porque así llama el ciclista colombiano a la crema que le ha puesto su masajista.

Está acostumbrado a luchar y sufrir, pero "las carreras de profesionales son muy duras; eso de correr mañana y tarde...". Lo suyo es la montaña. "Creo que para eso me ha fichado el Teka". Todavía no está rodado, pero espera estar en plena forma para la Vuelta a España y el Tour, sus principales objetivos".

Siente mucha nostalgia de su tierra, aunque está contento de que: sus hijos se hayan adaptado aqui rápidamente. "Llevamos dos, meses instalados en España y están encantados. Eso me gusta, porque quiero lo mejor para ellos". Sabe que sus actuaciones se siguen con atención en su país y espera no defraudar a nadie. Pero, de momento, como él dice, sólo es uno más en el pelotón. Su actuación en la Semana Catalana no ha pasado de discreta y le costaba subir los puertos. Patrocinio, por ahora, no está en forma.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_