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Discreta contención del proceso bajista

Los mercados nacionales de acciones obtuvieron ayer un pequeño respiro de la mano de una menor presión, en la ya de por sí discreta presencia de vendedores, a la vez que los cuidadores institucionales de algunos de los valores más significados acentuaron su actividad intentando optimizar la situación a la que se enfrentaban. Así, el inicio de la primavera fue Saludado por un mercado que buscaba una salida alcista a la indecisión reinante, procurando olvidar los peligros que los más cautos, o quizá los más pesimistas, se empeñan en apuntar.En este sentido, la actividad en los corros continuó resultando mortecina, y las salpicaduras optimistas que se intentaban aportar desde el grupo eléctrico resultaban absolutamente insuficientes para contagiar a un mercado que se desvelaba como poco propicio a las alegrías. Por otra parte, la incapacidad de los valores bancarios para sumarse a la tendencia positiva que se pretendía generar representó una ducha de agua fría para muchas esperanzas.

Dentro del sector de bancos, Banesto volvió a constituirse en el garbanzo negro de la reunión al ofrecer un desequilibrio entre sus órdenes compradores y las de venta, en favor de estas últimas, del orden de los 38.000 títulos, sólo en el mercado madrileño. Su pérdida de tres enteros fue considerada consecuencia lógica de esta situación, y no se vio solo en este descenso gracias a la timidez del Vizcaya, que con un saldo vendedor de 3.748 títulos aceptaba un recorte en el precio de sus acciones de otros tres puntos.

Por su parte, Bilbao y Central se encargaron de mantener encendida la llama de la esperanza con sendos avances de dos duros, que acreditaban las discretas diferencias positivas que presentaron erstos dos valores. El resto del sector procuró pasal, lo más inadvertido que le resultaba posible, en una reunión donde la avería en el tablero de cambios del parqué madrileño se constituía en uno de los protagonistas destacados de la jornada.

En cuanto al comportamiento del otro gran grupo bursátil, el eléctrico, las mejoras de Iberduero, Unión-Fenosa y Fecsa resultaban un contrapeso más que suficiente: para los repliegues que registraban las Hidrola y Reunidas de Zaragoza. Aquí se dieron dos tipos de comentarios distintos. El primero, más pegado a la realidad inmediata bursátil, apuntaba un sinnúmero de incógnitas acerca de las posibles estrategias a desarrollar por Hidroeléctrica Española, ante su inminente ampliaciónde capital, a partir de sus actuales precios. El valor teórico de sus derechos de suscripción resulta, según los cambios de ayer, poco menos que testimonial, y en este caso no se trata de una operación de características similares a la del pasado ejercicio, que ofreció unos resultados tan sorprendentemente favorables.

Por su parte, tanto Iberduero en un sentido como Unión-Fenosa en otro parecen dispuestos a demostrar las mejoras que han obtenido en su situación en los últimos rneses. En el caso concreto de la Última compañía, parece apreciarse un creciente esfuerzo, de la mano de su nuevo equipo de gestión, por realizar un giro en lo que venían siendo las prácticas tradicionales de la empresa. Aún es temprano para establecer un balance de esta modernización, aunque es posible que sea el plano bursátil uno de los que tenga más temprana constancia de este cambio.

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