El voto de la Chrysler

Uno de los principales temas de la campaña electoral en el Estado de Michigan ha sido el crédito que el Gobierno de James Carter, del que Walter Mondale era vicepresidente, concedió a la multinacional del automóvil Chrysler en 1979 y del que puede depender el voto de este Estado.Chrysler, tercer fabricante norteamericano de automóviles, detrás de General Motors y Ford, recibió un aval del Tesoro norteamericano para un crédito de 1.500 millones de dólares (225.000 millones de pesetas). Un gesto sin precedentes en la historia del capitalismo norteamericano, en el que muchos vieron un primer intento de intervención del Gobierno en el sector privado. Gracias al crédito avalado con fondos públicos, la multinacional Chrysler, de la mano de su activo y brillante presidente, Lee Iacocca, consiguió salir de la bancarrota. Devolvió el crédito y volvió a ser una compañía estable.

Mondale ha recordado en su campaña en Michigan que el senador Gary Hart fue uno de los que votó en el Congreso en contra del aval para la Chrysler. Añadió, además, que Hart votó en contra también de que los automóviles importados cuenten con un buen porcentaje de accesorios fabricados en Norteamérica.

La respuesta de Hart, en el sentido de que la crisis del automóvil y de la industria en general sólo se vencerá con una reconversión tecnológica, puede no ser bien entendida en esta fábrica. Y a la hora de votar es muy probable que los sindicatos recuerden que Chrysler, gracias al crédito, volvió a emplear a 25.000 de los 40.000 trabajadores despedidos durante la amenaza de suspensión de pagos en 1979.

En definitiva, el voto de Michigan será un poco el "voto de la Chrysler"; no en vano su presidente, Lee lacocca, es un empresario superpopular en Estados Unidos.

Pero Lee lacoeca permanece al margen de la política. Aunque se pregunta sobre cómo gestiona el Gobierno Reagan un presupuesto tan astronómico como el destinado a la defensa, con un gasto total de 325.000 millones de dólares (más de 48 billones de pesetas) para el próximo presupuesto federal. Gasto militar del que Chrysler, como otras muchas multinacionales estadounidenses, saca su tajada al fabricar más de 7.000 tanques del nuevo modelo XM-I. Porque la industria civil-militar supone también millones de puestos de trabajo, defendidos por la confederación sindical norteamericana.