Máximo y la clase médica
Aunque no sea habitual, quiero contestar a una viñeta de humor del señor Máximo (y vaya por delante mi admiración hacia su filosofía del humor, o viceversa).En la firma de su mural-chiste del 6 de marzo incluye a la clase médica. Pienso que las clases se estructuran y definen en base a unos mismos intereses económicos y profesionales, y en este momento hay muchos médicos (por ejemplo, los más de 20.000 parados) que sólo se parecen en el título que tienen y en poco participan de los intereses que defienden las jerarquías de la organización médica colegial y su famoso presidente (dimitido gloriosamente aclamado) que representa a los presidentes provinciales.
No sé si conoce el señor Máximo y la opinión pública que hay un colectivo de médicos residentes (que después de 13 años de estudio, oposiciones nacionales donde suele aprobar el 10%, trabajar siete u ocho horas en el hospital, estudiar varias horas en casa, etcétera) que cobran un sueldo de alrededor de 55.000 pesetas, y por cada guardia de 24 horas continuas de esfuerzo físico y con responsabilidad directa sobre la vida y la salud de los demás cobran, ¡asómbrense!, 6.000 pesetas.
No quiero extenderme más, pero para ser clase le falta la condición sine qua non: los mismos intereses. A propósito, quizá sea más pertinente la clase de los humoristas, por lo menos la mayoría hace pensar y reír. Una vez borrada la clase médica de su cartel, recoloque usted a los médicos así: la mayoría, en la clase obrera, y algunos, en la clase alta.
Quizá cuando un día se cumplan unos mínimos para todos y
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