El sector de seguros mejoro de nuevo su rentabilidad global durante el año 1983
El sector de seguros afianzó en 1983 la mejora de rentabilidad global iniciada en 1980, según los primeros balances conocidos. Aunque los aumentos de ingresos parecen moderados por término medio -algo menos del 14%, hasta superar los 600.000 millones de pesetas-, el descenso relativo de los gastos por siniestros y la nueva subida de los rendimientos rinancieros proporcionados por la inversión de reservas han reforzado los resultados de las principales compañías. Al tiempo, la crisis de algunas empresas pequeñas o medianas, unida al aumento de recaudación por parte de las grandes, ha acentuado la escasa concentracíón de actividad.
La patronal del sector informó la pasada semana que el incremento de primas ha sido del 13,5%. Los ingresos del sector ascienden con ello a unos 402.100 millones. Pero debe tenerse en cuenta que los recargos adicionales (derechos de póliza, de registro, etcétera) habrán añadido otro 10% de dicha cantidad, como en años anteriores. Así, con las mutuas patronales de accidentes de trabajo, la producción del seguro ha sobrepasado los 600.000 millones.Según Jesús Serra Santamans, del grupo Catalana-Occidente, como el crecimiento económico español y el del ahorro familiar no justifican el alcanzado por el seguro, habrá que buscar la explicación en el desarrollo de la economía sumergida y en el aumento del valor de los bienes asegurados como consecuencia de la inflación. No obstante, los datos apuntan que se han registrado también cambios en el reparto del mercado.
El grupo Mapfre, la sociedad suiza Winterthur y la aseguradora Alianza, los primeros en dar a conocer su recaudación, han logrado crecimientos superiores al 25%. En Mapfre, la emisión conjunta de las distintas entidades (mutualidad, industrial, vida, crédito y caución y reaseguros) ascendió a 20.200 millones, con aumento del 26%. En Winterthur, las primas netas de anulaciones fueron 7.336 millones, con elevación del 27,2%, más destacada en los ramos de combinados y vida individual (35% y 33% de incremento) que en el resto. En Alianza, que se ha colocado entre las 20 principales aseguradoras de vida, relación que ha pasado a encabezar Mapfre, los crecimientos de riesgos personales han sido del 25%.
Aunque el sector padece subdesarrollo y elevado minifundismo en comparación con otros países industriales, la ganancia de cuota de mercado por parte de compañías grandes está siendo complementada por la crisis declarada en algunas pequeñas y medianas. Después de casi un año de revisión de los proyectos de liquidación de sociedades con problemas y de la ley de seguros que formularon los Gobiernos de UCD, la Administración socialista ha iniciado la liquidación de sociedades que suponen cerca del 3% del mercado y ha relanzado con diversos matices el citado proyecto de ley, cuyas exigencias de aumentos de capital y niveles de solvencia pueden entrañar en tres años la absorción o desaparición de casi 300 aseguradoras.
Pese a estos problemas de estructura, que dejan en la inseguridad a varios millones de personas, el sector es uno de los menos afectados por la crisis, como reconocen sus líderes. Ello es debido a que no tiene costes financieros netos, sino ingresos por la inversión de sus más de 400.000 millones de pesetas en reservas. La mejora iniciada a partir de 1980 por la bolsa ha supuesto un gran alivio, al igual que la subida observada durante 1983 en los tipos de interés.
Esta ventaja ha sido reforzada por la contención de gastos salariales para los 36.000 empleados del sector y de comisiones para los 25.625 agentes, el descenso de la siniestralidad y la creciente liberalización de tarifas, que ha llegado incluso al automóvil, uno de los riesgos peor vistos en los últimos años por el sector, de cuya actividad representa un tercio y tiende a decrecer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.