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Polémica en Italia por un contrato millonario de la RAI a Raffaella Carrá

El contrato firmado por la televisión pública italiana (la RAI) con la cantante Raffaella Carrá por la colosal cifra de casi cuatro millones de dólares (600 millones de pesetas) por tres años desató un huracán de polémicas en medios gubernamentales italianos. Hasta el presidente del Consejo, Bettino Craxi, se ha sentido tocado por las numerosas interpelaciones parlamentarias que se presentaron el jueves sobre este contrato millonario . Ayer se supo que el subsecretario de la presidencia del Consejo de Ministros, Mario d'Amato, ha expresado al director de la RAI, Segio Zavoli, su "perplejidad y la opinión contraria" del Gobierno con respecto a este contrato.El compromiso fue firmado el jueves y parece difícil que pueda ser anulado, pero Craxi ha pedido informaciones detalladas sobre este asunto, que ha desatado vientos inesperadamente venenosos en el mundo político. El Partido Comunista Italiano, la Democracia Cristiana y los demócratas proletarios han presentado furiosas interpelaciones parlamentarias, y el hecho también fue discutido en la comisión de vigilancia de la televisión estatal. Sin embargo, en este último organismo tanto los consejeros democristianos como los socialistas y socialdemocrátas apoyaron a Rafaella Carrá argumentando que su marcha a la televisión privada podría ser catastrófica. Mientras tanto, la RAI ha confirmado oficialmente la firma del contrato en un comunicado, pero sostiene que "el verdadero compromiso de la empresa es de unos dos millones de dólares (300 millones de pesetas) en tres años" y agrega que "el resto será cubierto por iniciativas de promoción y el mercado".

También hace notar la RAI que Carrá, que dirige el programa Pronto Raffaella?, ha mejorado una franja horaria de escasísimos escuchas (de las 12.20 a las 14.00 horas), llevándola de un millón de espectadores a 10 millones, lo que hace que la "la publicidad potericial sea de al menos 20 millones de dólares (3.000 millones de: pesetas) al año". En la comisión de vigilancia la polémica se contabilizan también juicios negativos. El secretario de la Democracia Proletaria ha definido el contrato como "una bofetada a la opinión pública, mientras se pide una política de sacrificio contra los trabajadores".

Un representante del partido comunista comentó irónicamente: "Esta decisión de la RAI debe computarse, evidentemente, entre las medidas antiinflacionistas del Gobierno". Por su parte, el Partido Radical dijo que este episodio demuestra "el nivel de frustración y de desconfianza en sí misma que guía a la RAI, y que la hace considerar a la Carrá y al cómico Piprio Baudo como la línea de defensa del servicio público".

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