La visita de Helmut Kohl a París, clave para la solución de los problemas financieros de la CEE

El canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Kohl, visita hoy París para mantener lo que se consideran cruciales conversaciones para el éxito de la cumbre comunitaria a celebrar en Bruselas el próximo mes de marzo. El encuentro de Kohl con el presidente francés, François Mitterrand, es el. segundo que tiene lugar en el plazo de un mes para tratar de hallar una solución a la situación de las finanzas comunitarias, actualmente en bancarrota, y se inscribe en la serie de encuentros múltiples que mantienen los principales líderes de la CEE antes de la cita de Bruselas.El canciller alemán, Helmut Kohl, está convencido que solamente un frente común franco-alemán sobre los grandes temas comunitarios puede permitir a la CEE remontar sus problemas financieros y relanzar la unidad política europea. El jefe del Gobierno de Bonn debe aportar respuestas precisas a las numerosas propuestas planteadas por Mitterrand, presidente en ejercicio de la CEE, el pasado 2 de febrero en el castillo de Ludwigshoehe (RFA), sobre los tres grandes temas que actualmente bloquean la Comunidad: la reforma del Mercado Común agrícola, la contribución británica al presupuesto comunitario y el aumento de los recursos financieros de la CEE.

Dentro de esta serie negociadora, el primer ministro italiano, Bettino Craxi, visitó ayer Bonn para mantener contactos con su colega Helmut Kohl, visita marcada por el tema del conflicto camionero que afecta a toda Europa y que ha tenido su origen en Italia.

Relanzar Europa

Fuentes diplomáticas aseguran que Kohl ha acogido favorablemente la idea francesa de limitar en un 5% el crecimiento del presupuesto anual comunitario, lo que permitirá, según Bonn, disminuir de alguna forma los gastos del Mercado Común agrícola, que absorben los dos tercios del presupuesto europeo.

Franceses y alemanes parecen haber acercado sus posiciones en el tema de la contribución británica al presupuesto comunitario. Ambas partes estiman exagerada la pretensión de Londres, que exige una reducción anual permanente de 1.500 millones de ECU, la unidad monetaria europea, mientras que los demás socios comunitarios están dispuestos a que esa reducción quede establecida en tomo a los 750 millones de ECU.

El canciller Kohl estima, pues, que el acuerdo de los diez es todavía posible en la cumbre europea de Bruselas, a pesar de que los obstáculos son todavía difíciles. Una vez resuelto el problema calve de la crisis financiera, será la hora del relanzamiento de Europa. El presidente francés parece estar dispuesto a arriesgar su prestigio personal en aras de lograr un acuerdo definitivo sobre el paquete de reformas comunitario en la próxima cumbre de Bruselas.