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Gaston Thorn advierte que los tres próximos meses serán decisivos para España y la CEE

El proceso de incorporación de España en la Comunidad Económica Europea se encuentra ya en su recta final. "Las negociaciones van a ser muy duras", señaló ayer a EL PAIS Gaston Thorn, presidente de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la CEE, al tiempo que calificaba de trascendentales y decisivos" los tres próximos meses "no sólo para España", dijo, "sino también para la propia Comunidad"

.Aunque no quiso arriesgar un pronóstico sobre la fecha y las modalidades de ingreso, Thorn intentó justificar la demora alegando que "nuestro objetivo es la ampliación, pero en estos momentos son demasiados los problemas que Europa tiene acumulados en su seno; precipitar los acontecimientos no sería oportuno". "Mientras no se vislumbren soluciones", añadió, "el pasar de 10 a 12 acarrearía dificultades complementarias y quizá insalvables para el futuro de Europa".

Sobre la amenaza esgrimida por España de "llamar a otras puertas" si la CEE se empeña en darnos la espalda, el presidente de la Comisión Europea agregó: "No creo que España, dentro o fuera de la CEE, vaya a conseguir más de lo que ha logrado hasta ahora en Latinoamérica". "Quizá me equivoque", ironizó, "pero si de verdad Madrid piensa que puede mejorar todavía más sus relaciones con aquel continente, me extraña que no lo haga y que supedite los intereses nacionales a su ingreso en la CEE".

En una breve alocución en el Club Diplomático de Ginebra, Gaston Thorn reconoció que Europa estaba todavía en plena crisis. Las estructuras industriales do la CEE, dijo, se han deteriorado en los últimos años; los capitales prefieren el camino de Estados Unidos; el paro es de 12 millones de personas, de las cuales el 40% son jóvenes, y, lo que es más grave, desde hace 11 años no se ha detectado todavía una creación significativa de empleo en Europa.

Contra el proteccionismo

"A pesar de las dificultades, el Mercado Común funciona sin haber sucumbido a las tentaciones proteccionistas", advirtió Thorn. En cuanto al nuevo régimen financiero, sostuvo que era prioritario "el reforzar la disciplina presupuestaria; garantizar, al menos durante 10 años, los fondos de funcionamiento sin discusiones permanentes, como es el caso en estos momentos, y buscar una solución equitativa para el reparto de las cuotas".

"La CEE debería, por otra parte, preocuparse más por la competitividad". Según el presidente Thorn, los esfuerzos tendrían que concentrarse no sólo en el ámbito industrial, sino también en el monetario. Dijo que hay que consolidar el sistema monetario europeo, "reafirmar la Europa monetaria de cara al exterior", reforzar el papel privado y público del ECU (unidad europea de cuenta) y crear un gran mercado financiero intercomunitario.

Después de declararse partidario de asociar al Parlamento Europeo la definición de las políticas de la CEE, Gaston Thorn se refirió en términos elogiosos al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT): "Tenemos fe en esta institución, que es la bóveda de todo el sistema comercial multilateral. Fuera de su seno no hay alternativas".

Por último, recordó "el gran espacio de libre comercio" que abarcan la CEE y la Asociación Europea de Libre Cambio (EFTA). "Ese mercado representará, después de la adhesión de Portugal y España, más de 350 millones de consumidores. De ahí que sea imperativo preservar está zona de estabilidad en un mundo de desequilibrios. La Comunidad Económica Europea, mientras tanto, debe solucionar sus crisis internas, poner en orden sus políticas tradicionales, sanear las economías, sanear políticas nuevas y dotarse de medios institucionales y materiales de progreso".

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