Sarajevo ya tiene 'reina': Maria Lisa Haemaelainen, la finlandesa de las tres medallas de oro
El título de reina de los Juegos ya está discutido. Las dos medallas de oro y dos de plata conseguidas días pasados por la patinadora de velocidad alemana oriental Karin Enke fueron ayer contestadas brillantemente por la Finlandesa María Lisa Haemaelainen. La fisioterapeuta de Simpele se confirmó aun más como la gran monarca nórdica al lograr su tercera medalla de oro individual en los 20 kilómetros. El miércoles también había conseguido con su país la de bronce en los relevos 4X 5 kilómetros. Tras las restantes finales de ayer, penúltimo día de competiciones, la RDA continúa mandando sobre Finlandia, doble ganadora ayer, y la URSS, que al menos venció en los 10.000 metros del patinaje. Hoy se clausura la 14ª cita olímpica invernal.
María Lisa Haemaelainen, desde la potencia de su físico (28 años, 1,76 metros de altura y 67 kilos de peso), no dio oportunidad de revancha a sus rivales soviéticas noruegas, checas y suecas. La soviética Raisa Smetanina, triple campeona olímpica entre Innsbruck76 y Lake Placid-80, no pudo despedirse de la gran competición con un triunfo.A punto de cumplir los 32 años, esta profesora de Siktiukar, con sus más modestos 1,62 metros y 55 kilos , fue líder en el primer paso por los 3,5 k ilómetros, pero fue incapaz después de frenar la fuerza de su rival. La finlandesa, con los mejores tiempos en los pasos por los kilómetros 10 y 13,5, anduvo incluso cerca de alcanzarla tras salir un minuto y medio después.
Haemaelainen pasa así a la historia olímpica como una de las grandes figuras. En la actual edición era la primera vez que se disputaban los 20 kilómetros femeninos, además de los ya tradicionales 5 y 10, por lo que existía la primera ocasión de obtener cuatro títulos con el relevo. Sin los 20, hicieron ya historia con tres medallas de oro las soviéticas Garina y Kulakova, en Sapporo-72, y Claudia Boyarksich, en Innsbruck-64.
La reina de la tristeza es la suiza Erika Hess. Llegó a Sarajevo para ganarlo todo, y no ha conseguido una sola medalla. La Hess quedará en la historia de estos Juegos como la gran perdedora de las pruebas alpinas.
Erika Hess no ha podido superar la presión moral que pesaba sobre ella. En Sarajevo, todo el mundo esperaba a la triple campeona del mundo de 1982 (eslalon gigante, eslalon y combinada) para confirmar su clase, pero sus nervios la traicionaron. Una psicóloga suiza, que atendió a la esquiadora varios meses antes de los juegos, estimó que en su estado psíquico la Hess no podía ganar medalla alguna. Su diagnóstico se cumplió. Ya a la llegada del eslaIon gigante de Saint Gervais (Francia), que se adjudicó, su comportamiento fue agresivo y bastante irascible.
Sin embargo, la suiza llegó a Sarajevo muy confiada. El martes pasado, en el eslalon gigante, Erika Hess (líder de la Copa del mundo) fue séptima. Se recluyó en sí misma y solo hablaba con sus compañeros de equipo. En el eslaIon del viernes (Copa del mundo que ganó en dos ocasiones) llego la segunda decepción con su quinto puesto.
Victoria de Malkov
En los 10.000 metros del patinaje de velocidad masculino, el j oven soviético de 19 años Igor Malkov se tomó la revancha de su derrota en los 5.000 ante el sueco Gustafssov. Si en esta última distancia Gustafsson ganó por sólo dos centésimas, Malkov lo hizo ayer por cinco, con un mejor final tras ir toda la prueba con tiempos peores.
Ambos quedaron lejos de sus mejores marcas, pero el estudiante soviético de Alma Ata, de una potencia muy parecida a Erig Heiden, con un 1,86 metros y 82 kilos, confirmó a,sí su mejor marca mundial en la distancia, no homologada por haberla conseguido en una competeción no oficial. A finales del año pasado, aprovechando los 1.691 metros de altitud de la pista de Medeo, cerca de la ciudad donde vive, fue uno de los tres patinadores soviéticos que superaron récords del mundo no válidos. Fue el 28 de diciembre exactamente cuando se convirtió en el primer hombre que logró bajar de los 14 minutos (13..54.81) con lo que mejoró casi increíblemente en cerca de medio minuto, a una impresionante velocidad media de 43,12 kilómetros por hora, el récord mundial oficial, -precisamente en poder de Gustafsson (14.23.50) desde los Campeonatos de Europa de Oslo que ganó en 1982.
Gustaffson (24 años, 1,77 metros y 70 kilos), con menos físico que Malkov, le había superado por más de 11 segundos al ganar la prueba de los 10 kilómetros en los recientes Campeonatos de Europa de las Cuatro Distancias celebrados también en Noruega (Larvik). El holandes Van der Duim, décimo ayer (un patinador completo, pero que no destaca en ninguna prueba específica ganó la clasificación combinada, que no existe en los Juegos Olímpicos, donde todos los títulos son individuales y en hombres. En Sarajevo, el canadiense Boucher ha ganado el kilómetro y el kilómetro y medio; Gustafsson los cinco y la URSS, aparte de Malkov ayer, los 500 metros, con Fokitchev.
Doble triunfo de la RDA
En bobsleigh a cuatro, el equipo suizo, reciente campeón de Europa en IgIs (Austria) y campeón mundial en su país en 1982, no pudo con la doble armada alemana oriental. El ligero Silvio Giobellina (1,72 metros y 73 kilos), chapista artesano que construye los bobs en su taller de Leysin, cerca de Montreux, no pudo pese a su habilidad como piloto y cerebro del ingenio, con la mayor fuerza física (más de 80 kilos de media de peso corporal)de los alemanes en la salida, momento clave. Los dos equipos de la RDA volvieron a hacer los mejores tiempos, únicos por debajo de 6.30 en los primeros 50 metros de las dos mangas y también en los finales, como en los dos recorridos iniciales de ayer. Tanto ellos como los suizos fueron a más de 117 kilómetros por hora de velocidad máxima en los 1.300 metros del recorrido, con un 125,9 de desnivel (una pendiente máxima del 15% y una media del 10,2%), seis curvas a izquierdas y siete a derechas.
El equipo Suiza II, pilotado por Fasser, quedó quinto en un ejemplo del dominio suizo-alemán en la prueba. Fasser fue campeón de Europa precisamente el año pasado en esta pista de Trebevic ante el RDA II de Leliman, (segundo ayer tras el RDA I de Hoppe) y del propio Giobellina, que ha repitió así posición. Sólo uno de los bobs soviéticos, siempre con su fuerza física, pero en la modalidad de cuatro sin los nuevos modelos aerodinámicos en forma de torpedo, fue quinto.
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