Malestar y divergencias en el Barcelona tras la derrota ante el Atlético

La derrota ante el Atlético de Madrid en el Palau Blaugrana ha deja do al técnico, jugadores y directivos del Barcelona de balonmano casi sin aliento. Sergi Petit, entrenador, declara que no pudo dormir durante la noche del domingo y admite que llegó a cuestionarse su competencia como entrenador. Juan Pedro De Miguel, portero, afirma que cuando se dirigió al técnico al ser sustituido le dijo "no te equivoques", pero en un tono no desafiante. El jugador cree que tanto los jugadores como el preparador perdieron los papeles a partir del empate a 15. Y va más lejos en sus afirmaciones: "Nos falta un esquema de juego claro".

"Sin desmerecer al Atlético de Madrid, tengo que decir que este partido lo perdimos nosotros" asegura De Miguel. "Teníamos que haber ganado". El portero azulgrana no excluye a nadie de la derrota. "Jugadores y entrenador tuvimos la culpa. En la segunda parte no defendimos como teníamos que hacerlo. El ataque no funcionó, ya que no es normal en un equipo como el nuestro marcará sólo seis goles Cuando se produjo el empate a 15 y faltaban todavía 10 minutos para el final no reaccionamos nos vinimos abajo y nos faltaron ideas tanto en el banquillo como en el campo. El entrenador, al igual que los jugadores, perdió los papeles".De Miguel asegura estar resentido por la derrota porque "tenía muchas esperanzas en este partido", pero nunca con el entrenador que le sustituyó. El hecho fue que De Miguel se dirigió al técnico con una frase -"no te equivoques"- que Peti calificó de "comentario desafortunado". "Yo no dije esa frase en tono desafiante; la dije pensando que no perdiera la cabeza, igual que le digo a un compañero 'no lances así' o 'defiende de esta forma'. Quizá estaba un poco excitado o nervioso como estábamos todos, yo me jugaba la vida en este partido y pensé también que en el banquillo había gente que lo podía hacer mejor que los que estaban en la cancha".

Tras la derrota, De Miguel considera que la Liga se ha puesto "cuesta arriba" para el Barcelona. El meta opina que "nos falta un líder, un director de juego que diga lo que hay que hacer, que organice; se ha intentado que Wunderlich lo sea, pero esa no es una de sus mejores características, como sí lo es su lanzamiento, que es lo que tendríamos que aprovechar; también nos falta un central que sepa mover el equipo y no lo tenemos, unas veces juega Wunderlich, otras Melo o Castellví. Nos falta un esquema de juego claro. Ahora tenemos que ganar en el Magariños y superar los 32 goles que nos lleva de diferencia el Atlético de Madrid. Tenemos equipo para ambas cosas".

A Sergi Petit todavía le cuece la derrota. "Estoy dolido y herido con esta derrota. Nosotros podíamos haber ganado". Veinticuatro horas después de sucumbir por segunda vez en el Palau ante el equipo de Juan de Dios Román, el técnico azulgrana admitía que "no he dormido en toda la noche y me he preguntado si el entrenador del Barcelona es competente o incompetente, en qué medida repercute su actuación en el campo; no rehuyó la parcela psicólogica que me atañe, pero también tengo que decir que no existe un mecanismo más adecuado para fallar que cuando uno teme fallar; ahora intento reflexionar sobre la derrota, ver el vídeo, luego hago un resumen de por qué ha ocurrido, y el planteamiento de futuro que representa la necesidad imperiosa de ganarlo todo, o sea que la Liga todavía está en nuestras manos".

Petit señala que el factor psícólogico ha influido en sus jugadores de la siguiente forma: "Es una situación de mucha tensión donde los jugadores saben que se decide una temporada en una horas. No pudimos solventar una situación de alto contenido de shock, que es, precisamente, la que deben resolver los equipos que aspiran a ser campeones. Las guerras de la Liga se ganan en estas situaciones y esto fue nuestro problema.