'Nema problema'

Todo está preparado. Nema problema, no hay problema, no se preocupe. El gran mosaico que es Yugoslavia y, concretamente, una de sus seis repúblicas, la de Bosnia-Herzegovina, cuya capital es Sarajevo, parece tener esta frase en la boca estos días.Sólo falta que el tiempo acompañe, pues hasta la nieve quiere resistirse. Pero nema problema se repite. Quizá es que todos piensen aquí que es mucho más difícil la estabilidad de un país con la obsesión de la independencia y unido como un gran rompecabezas de curioso equilibrio.

En efecto, 22 millones de habitantes distribuidos en seis repúblicas y dos provincias, una de ellas, la de Kosovo, vecina a Albania, con graves alteraciones separatistas, cada poco tiempo. Cinco nacionalidades, cuatro lenguas principales, tres religiones, dos alfabetos... y todo ello, actualmente, sin Tito, que decía siempre la última palabra y era escuchado y obedecido; con una deuda exterior de 20.000 millones de dólares y una inflación del 50%.

Pero quizá es que todo se sigue haciendo en Yugoslavia en memoria del mariscal. Incluso los Juegos Olímpicos de Invierno. Las palabras del presidente del comité organizador, Branko Mikulic, cuando recibió hace unos días en Dubrovnik, bella localidad turística de la costa adriática, la llama olímpica traída en avión desde Atenas tras ser encendida en Olimpia el 28 de enero, fueron significativas: "Tenemos que conseguir el éxito de los Juegos en la Yugoslavia socialista autogestionarla y no alineada, en el país de los heroícos partisanos de Tito".