Resistencia a la baja de los valores más significativos

Algo similar a una defensa numantina de los niveles de precios alcanzados es lo que vinieron planteando los mercados de valores nacionales en las últimas reuniones, y que en la jornada de ayer tuvieron una continuación casi lineal. Posiblemente, la condición de último día de mes influyó en que la actividad en los corros resultase sensiblemente menor en las reuniones de ayer, de la misma forma que las concesiones que realizaron algunos valores bancarios contribuía a generar un ambiente algo más deprimido.No obstante, y este era el punto que destacaban los especialistas, el signo de los valores más castigados en las últimas reuniones -las cementeras, inmobiliarias y urbanizadoras- sufrió una mutación radical, dando por terminado, al menos en principio, el proceso vendedor que había venido atenazándolas. En el mismo sentido, se puso de manifiesto el hecho de que los hierros consiguieran ofrecer un balance discretamente positivo, lo que, según estas opiniones, viene a representar que el movimiento de los fondos de los demandantes ha sido pausado y que la rotación ha respetado al menos a estos títulos, considerados los más frágiles del mercado.

A cargo del grupo eléctrico corrió la decepción de las reuniones. El voluntarismo de Hidrola por recuperar la posición de liderazgo, en cuanto a sus cambios de Iberduero, no resultó suficiente para contrapesar el efecto de unas órdenes vendedoras que comprometían la trayectoria de la práctica totalidad de los valores de este grupo. No obstante, algunos de los más afectados por el quehacer de los vendedores durante los corros conseguían presentar al cierre un semblante algo más optimista, al repuntar alguna demanda que no lograba contrapartidas vendedoras suficientes.

En el conjunto de los cuatro mercados destacó, por su aparente optimismo, la Bolsa de Barcelona, cuyo índice general registraba un avance próximo a 1,5 puntos, de la mano del brillante comportamiento de las constructoras y del grupo de industrias químicas. También aquí los bancos perdieron posiciones, pero los cierres resultaban bastante más entonados dada la ausencia de una oferta insistente.

Hablando de las acciones bancarias, ayer daba la impresión de que habían cedido un tanto en su empuje inducido, al menos en lo que se refiere a algunas entidades, por lo que los saldos vendedores, sin resultar excesivos en ningún caso, hacían flexionar a la baja los precios de varios de estos títulos. En esta situación se encontraban Bilbao, Central, Hispano Americano y Santander. Discretas pérdidas en los dos primeros y voluntariosas repeticiones en los que cierran esta relación fueron los resultados finales que ofrecieron en el mercado madrileño. Por su parte, Banesto, Popular y Vizcaya seguían adelante en su carrera alcista, de la mano de restos compradores sin excesiva significación, que alcanzaban su intayor cuantía en Banesto, con más de 26.000 títulos a la compra sin vendedor aparente, lo que le servía a esta entidad para ganar el rally particular que tiene planteado con el Central.

En cualquier caso, la diferencia entre el número de títulos puestos a la venta y los que se demandaban resultaba favorable a estos últimos por el escaso margen de 5.452 acciones, por lo que habrá que esperar a las reuniones de hoy para poder establecer un juicio definitivo sobre las posibilidades de estos valores en un futuro inmediato.