Las televisiones publicas europeas están en crisis, afirma el investigador italianó Giuseppe Richeri
Las televisiones y radios públicas de Europa atraviesan por una crisis que se caracteriza por la incapacidad de atender las expectativas de audiencias cada vez más fragmentadas, manifestó el italiano Giuseppe Richeri en su ponencia TV pública, TV privada: ex internacional, pronunciada el pasado martes en el Centro Conde Duque, de Madrid. Las televisiones públicas se encuentran en fase de inestabilidad y ante el riesgo de perder el monopolio.
Las televisiones públicas europeas pasan, desde los años setenta, por un proceso de crisis y transformación, cuyas tendencias comunes, y aparentemente contradictorias, son "la internacionalización de los sistemas, sobre todo de la programación", y, por otra parte, "la descentralización que conlleva la creación de nuevas emisoras y la multiplicación de canales de difusión", dijo el investigador italiano Giuseppe Richeri, en el marco del simposio internacional - sobre políticas informativas y comunicación que organiza la AIC (Asociación Cultural para la Investigación Aplicada en Comunicación), recientemente constituida. Richeri es autor de importantes obras sobre la radio, televisión, telernática y vídeo, y es -director de Estudios Internacionales del Laboratorio de Comunicación Social (CRNS) de París.-El perfil de los organismos públicos de radiótelevisión asume cada vez más, explicó el ponente, características propias de los organismos comerciales, al tiempo que "se encuentran en situación de inestabilidad, debilidad y, en algunos casos, de ver-! dadera crisis", ya que "pierden o correnel riesgo de perder el régimen de monopolio del que han gozado".El hecho de que la mayoría de los productos que programan las televisiones públicas y privadas se adquiera en el mercado internacional, la concentración en algunos países de la mayoría de telefilmes y seriales (Estados Un¡dos, con producciones tipo Dallas; Japón, en el sector de dib jos animados, y Brasil, en telenovelas) y el aumento de las horas de programación y canales son algunos de los fenómenos que detemainan y reflejan la tendencia de las televisiones públicas hacia criterios mas comerciales.
Hay otra serie de factores, añadió Richeri, que agravan este proceso, de crisis: "La espiral inflacionista y las restricciones en los gastos públicos erosionan la base financiera de las televisiones públicas, ya que no pueden fijar libremente aumentos del canon y de los ingresos por ppblicidad para adecuar sus presupuestos a los crecientes costes de producción y al incremento de horas de emisión". La expansión del mercado audiovisual y la Irupción de nuevos medios provocan una mayor presión de las empresas privadas para participar en la gestión de la radiotelevisión.
Existe un tercer factor sociopolítico que Richeri describió en estos términos: "La pérdida deidentidad del servicio público, debido a las dificultades que tiene para satisfacer las exigencias de los usuarios, fragmentadas en mosaicos de intereses, grupos y categorías con diferentes gustos y actitudes políticas y culturales, determinan que, al lado de una audiencia de masas, se formen audiencias que tienden a huir de la masificación. En este ámbito se inscriben'los movimientos de lucha y de contestación, en-algunos casos muy intensos, contra el servicio públilo radiotelevisivo, acusado de ser un instrumento centralista y controlado por el poder político dominante. Las relaciones con este poder son, por lo demás, cada vez más díficíles, ya que cuando no puiede controlar el monopolio de la información radiotelevisiva tiende a favorecer las iniciativas privadas con la esperanza de reconstruir sus propios márgenes de control".
"La financiación publicitaria obliga a los responsables de la programación a comprar espacios ajustados al gusto medio de la audiencia, ya.experimentados y a precios hasta l0 o 15 veces más baratos que las producciones propias".
"Las televisiones públicas de Francia e Italia", dijo Richeri, "doblaron sus horarios de emisión entre 1976 y 1980, al pasar de 7.000 horas anuales a cerca de 13.000 horas, y lo hicieron sin que apenas se incrementasen sus recursos financieros. Es decir, por el mismo p'recio tuvieronque emitir y producir el doble. Italia consumió entre 1979 y 1981 el equivalente a 15 años de producción japonesa de dibujos ánimados. Italia, debido a la concu-. rrencia de las televisiones privadas -ágrupadas en tres grandes cadenas y poco másde un centenar de emisoras independientes-, se ha convertido en el principal importador del mundo de series norteamericanas, japonesas y brasileñas, y la RAI tiene que pagar hasta un 1.000% más caros estos programas, si se compara con la época del monopolio".
"Ello no quiere decir que una multiplicación de televisiones privadas o no públicas sea negativo, porque si hay voluntad política y condiciones e¿onómicas se podría configurar un modelo de televisión muy distinto al que se ha tenido hasta ahora".
Intervinieron también en las ponencias sobre televisión M, Alonso Erausquin, Eugeni Giralt y Restituto Zorrilla. Las sesiones se abren hoy a las 10 horas y tratarán sobre las nuevas tecnologías.
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