Mónica Fernández Monreal
Una locutora de 7 años presenta un programa de radio en Albacete
A las 12.30 horas de cada sábado, Mónica Fernández Monreal, de siete años, se pone los cascos en el estudio de radio de Antena 3 en Albacete y espera, atenta, las señales del control. Mónica presenta, durante una hora, el programa musical infantil Esos locos bajitos, y, precisamente por ello, dice que los sábados es especialmente feliz. A los cuatro años chapurreaba en inglés canciones de Paul McCartney y Stevie Wonder. Ahora interpreta Maruja limón con el ballet donde estudia, y tiene el suficiente toque cheli para decir, al contar dónde ha nacido: "Madrid es mi pueblo. ¿Te enteras, colega?". Los Reyes Magos acaban de dejarle todos los tomos de Mortadelo y Filemón.
Sus amigos la llaman Guayo, en un recorte lingüístico de Wyoming, y ella se ha convertido desde estas navidades en la locutora más joven de España. Mónica, o Guayo alcanza ya en su ciudad cotas inimaginables de audiencia, a través del programa Esos locos bajitos que todos los sábados, de 12,30 a 13,30 horas, dirige, escribe, presenta, conduce y anima, y lo hace sola, aunque, eso sí, con la presencia, la sombra protectora de su padre, Juan Ángel Fernández, locutor también y responsable de emisiones. Su presencia le da la confianza y seguridad necesarias para, a su corta edad, mantener en antena, sin desfallecer, un programa de radio de una hora de duración.Todo empezó con la idea de que Mónica grabara un mensaje felicitando las navidades a los oyentes de la emisora. Desde ese momento, las miradas de locutores y compañeros, más elocuentes que cualquier palabra, coincidieron en apreciar, asombrados, la soltura increíble con que la niña se desenvolvía ante los micrófonos. Algo empezaba a vislumbrarse ya tiempo atrás, cuando, con sólo cuatro años, chapurreaba en inglés canciones como El vídeo que mató a la estrella de la radio, de Buggles, o Ébano y marfil, de Paul McCartney y Stevie Wonder. En el terreno de la música, Mónica cuenta con las facilidades de tener en casa una magnífica discoteca, la de su padre, uno de los máximos especialistas musicales del país.
La influencia del padre ha seguido siendo notoria en Mónica, que si a los cuatro años hacía ya esas proezas, a los siete prefiere el españolismo de Maruja limón, la pieza con la que deslumbra en sus actuaciones con el ballet en el que estudia. Mónica logra compaginar su Maruja limón con sus ídolos Michael Jackson y Stray Cats, sin olvidar lógicamente las canciones infantiles, entre las que prefiere la que precisamente ocupa el primer puesto de la lista de los mini-33 de Antena 3, de la que se ocupa en el programa y que es actualmente Entre cocodrilos.
Tiene recién aprendida la tabla de multiplicar del ocho y empieza a luchar con la del nueve. Rubia como el sol, con unos impresionantes ojazos negros y la nariz chatita, Mónica es una aventajada bailarina que no tiene reparos en decir lo que le gustaría ser de mayor: "Quiero ser bailarina de flamenco, aunque puedo ser locutora y trabajar en Antena 3 con mi padre, o enfermera y trabajar con mi madre". Nació en Madrid, por eso dice que ése es su pueblo. "¿Te enteras, colega?". Pero poco a poco ha ido acostumbrándose a su ciudad de adopción, Albacete, en donde va a clase, tiene sus amigos, viaja a la aldea y pasea en bici por el campo, "pero como mejor me lo paso es haciendo Esos locos bajitos".
Pidió a los Reyes Magos las obras completas de Mórtadelo y Filemón, que, junto a los Pitufos, Asterix y Obélix y Rompetechos, constituyen sus lecturas favoritas, además de ser adicta al programa televisivo Un, dos, tres y a toda suerte de dibujos animados.
Mónica es, por encima de todo, una niña normal, que sabe, eso sí, ser especialmente fotogénica ante cualquier cámara, y sin un gramo de pedantería, sólo con la gracia tremenda de su naturalidad infantil. Conoce cómo quedarse con los mayores, "seguro que ahora me pedirán que baile", comenta, deseando hacerlo, cuando ve que esta petición tarda en llegar, y conecta inmediatamente con los de su edad, Esos locos bajitos, a los que alude el título de su programa, extraído, por cierto, de un disco de Joan Manuel Serrat.
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