La policía inicia una gran redada ante la sospecha de que en Barcelona se vende heroína mezclada con estricnina

La sospecha de que la heroína que circula por Barcelona puede estar mezclada con estricnina -una sustancla venenosa-, provocó ayer el inicio de una gran redada policial en barrios bajos de la ciudad con el rin de detener al máximo número posible de distribuidores de droga y -analizar las papeletas de heroína que venden. Dos jóvenes murieron en Barcelona a principio de semana, al inyectarse heroína supuestamente adulterada.

La partida criminalmente adulterada puede estar distribuida en áreas metropolitanas de toda Europa, según el Ministerio del Interior italiano, que ayer anunció la muerte de 27 jóvenes por inyectarse heroína con estricnina.Familiares de uno de los jóvenes fallecidos a principios de esta semana cuando había comenzado a inyectarse una dosis de heroína denunciaron que la droga estaba en mal estado y que entre los drogadictos de Barcelona se sospechaba que se estaba distribuyendo una partida con estricnina. Aunque no se ha establecido oficialmente relación entre estos casos, las dos muertes ocurridas en Barcelona pueden haber sido causadas por la misma droga adulterada que circula en toda Europa. Un comunicado del Ministerio del Interior italiano aseguraba ayer que sus expertos del Servicio Central Antidroga sostienen que "en el mercado clandestino de las grandes áreas metropolitarias europeas pudo haber sido introducida heroína mezclada con sustancias venenosas como la estricnina".

Ante la posibilidad de que los dos casos de muerte por heroína registrados a principios de semana en. Barcelona, pudieran haber sido provocados efectivamente por Ipartículas de estricnina, Agustín Linares, jefe superior de la policía barcelonesa, puso en marcha ayer un plan de seguridad ciudadana encaminado a filtrar la heroína que se vende y consume en Barcelona, para analizar su contenido y conocer su composición.

Catorce inspectores de la Brigada Regional de Seguridad Ciudadana, la plantilla habitual de patrullas de Policía Nacional y los integrantes del Grupo de Estupefacientes de la Brigada Regional de Policía Judicial se encargan de la investigación. Su misión es detener al máximo número posible de camellos -distribuidores de droga-, preferentemente los que deambulan por la parte baja de la ciudad, junto al puerto y el Paralelo, y confiscarles toda la droga que lleven.

"No podremos encarcelarles, pero interceptaremos las papeletas de heroína y las analizaremos en los laboratorios de Sanidad para saber si existe peligro para los adictos a esta peligrosa droga", comentó ayer a EL PAIS un alto cargo policial. La misma fuente explicó que "nunca nos habíamos encontrado con un caso semejante".

En los ambientes que suelen frecuentar los adictos a la heroína se viene sospechando desde hace días que la droga contiene estricnina, pero a pesar de ello se sigue vendiendo como si no sucediera nada. "Y no es que no tengan miedo a pincharse porquería, lo que ocurre es que los pobres muchachos que están enganchados -los adictos- no pueden aguantar el síndrome de abstinencia y se inyectan lo que les den", comentó ayer la misma fuente policial.

La impresión del jefe superior de Policía de Barcelona, por su parte, es que "no nos encontramos ante una situación de emergencia, pero quiero saber perfectamente qué es lo que se está vendiendo en Barcelona; si hay estricnina en la heroína, como ocurre en Italia, hay que actuar de inmediato".

Los efectos de la estricnina mezclados con la heroína podían haber provocado la muerte de Arnaldo B. Q., el joven mecánico en paro de 25 años, casado y con dos hijos, que el pasado lunes murió en el lavabo de su casa, en el barrio de la Barceloneta cuando se inyectaba heroína. "Murió antes de meterse todo el líquido", recordó la esposa del fallecido, asegurando que "el caballo era malo".