André Bercoff , periodista

Un periodista, André Bercoff, de 43 años de edad, ha toreado durante un año a todos los habitantes del planeta político francés con sus mixtificaciones. Un libro suyo, titulado De la Reconquista, y subtitulado Para vencer a la izquierda hay que deshacerse de la derecha, firmado con el seudónimo Caton, encandiló a los hombres del poder y a los de la oposición, confundió al público y llegó a hacer creer a todo el país que detrás del panfleto se escondía un líder, un nuevo jefe, una nueva ideología, otra esperanza quizá.

André Bercoff era un periodista apenas conocido más allá de las fronteras de la profesión. Hace ya más de un año dio ligeramente que hablar porque inventó un pufo periodístico de gran talla: por cuenta del mensual Actuel se instaló en un lujoso hotel de Burdeos, disfrazado de emir árabe. Anunció su presencia en los periódicos y además detalló sus intenciones, consistentes en comprar, entera, la capital de Aquitania, incluidos sus viñedos. El todo Burdeos de los chateaux y demás riquezas locales pasó por delante del emir Bercoff dispuesto a oler su dinero. Todo este montaje dio como resultado un reportaje para la revista anteriormente citada.El año pasado, Bercoff inventó otra operación de menor envergadura económica, teóricamente al menos, pero de alcance casi histórico. Escribió un libro, De la Reconquista, firmado por Caton, en el que desarrolla sus teorías sobre las posibilidades de la reconquista del poder que en mayo de 1981 cayó en manos de la izquierda dirigida por François Mitterrand. El impacto del autor, o autores, escondido tras el seudónimo de Caton fue enorme.

Analizado hasta las comas

Desde hace algo más de un año, en el París político y no político, en toda la Francia que juega a la política, el misterio Caton ha presidido almuerzos, cenas, cotilleos, chismes, ilusiones, hipótesis. Caton, en su libro, confundía a los más avispados. Unos creían ver en el libro el nuevo ideario de un hombre de izquierdas. Otros se impresionaban por párrafos o páginas que no podían ser más que de un líder de derechas. La Prensa no se cansó ni un solo instante de analizarlos hasta las comas. Resultado de tanto vagabundeo ideológico-estilístico: más de 30 personalidades francesas, políticas o intelectuales fueron consideradas como las posibles autoras del libro.El actual ministro de Agricultura, Michel Rocard; el ex primer ministro de la derecha, Raymond Barre; el ideólogo número uno de la llamada nueva derecha, Alain de Benoist; el consejero más cercano al presidente de la República, Jacques Attali; el ex embajador de Francia en España y ex ministro de Giscard d'Estaing, Jean François Deniau; la ex consejera del que fue presidente, Georges Pompidou, Marie France Garaud, entre otros, fueron considerados en algún momento como posibles autores de un texto que, en definitiva, se burla de las etiquetas de derechas o de izquierdas.

Como ya ocurrió con el fenómeno Coluche, cómico que hace ahora tres años se dijo candidato a la presidencia de la República y burlándose de la función llegó a aglutinar a su alrededor, según los sondeos, el 17% de los franceses, Bercoff ha puesto de manifiesto ahora el vacío que arropa al discurso clásico de los políticos beligerantes. La mixtificación, por otra parte, es probable que no haya concluido. No es seguro que poco a poco se descubran otros Bercoff que le ayudaron o le ilustraron, y que pueden ser consejeros de Mitterrand o de los líderes de la oposición conservadora.