Los premios, madrugadores
El sorteo de Navidad de 1983 tuvo premios madrugadores. A las 9.08, tres minutos después del comienzo, salía el tercero. A las 9.21, el gordo. El segundo no quiso hacerse esperar y apareció a las 9.34. Mariano González Ortega, de 13 años, estudiante de séptimo curso de EGB, se echó a reír cuando vio en la bola la cifra de 250 millones. Eran las 9.2,1 horas. Dos niños del colegio de San lldefonso cantaron en total 335 millones de pesetas: el gordo, el tercer premio y uno de los cuartos. El Servicio Nacional de Loterías, en la madrileña calle de Guzmán el Bueno, donde se celebró el sorteo, abrió sus puertas a las ocho de la mañana. Felipe Berdino Rodríguez, de 32 años, que trabaja en una mina de talco, fue el primero en entrar. Se había desplazado desde Cofiñal (León), como hace desde años atrás. Había iniciado la cola ala una de la madrugada. Tras la constitución de la mesa, y como es tradicional, se permitió a algunos asistentes que comprobaran si en los alambres de las liras se encontraban sus números. A las 9.05 comenzó el sorteo, que finalizó a las 11.45.
