_
_
_
_

Apretado y discutido triunfo del Madrid en Granollers

Varios entrenadores de equipos de Primera División y el propio seleccionador nacional, Antonio. Díaz Miguel, presenciaron el encuentro, y a medida que éste transcurría, coincidían en esta opinión: "Para ganar los partidos, ya puedes trabajar a conciencia los 40 minutos, que quien decide es la suerte". El Madrid tuvo mucha suerte anoche; pero, además, se vio favorecido por una decisión errónea de los árbitros en la que pudo ser la jugada crucial. Faltaban 42 segundos; los jugadores de Lolo Sainz estaban agobiados por la presión del Cacaolat-Granollers; el marcador estaba 79-80. Un mal pase, debido a los nervios, llevó el balón a manos de Puig, lo retuvo y no se movió. Los colegiados le señalaron pasos. La bronca fue monumentalEl partido había tenido igualdad en sus primeros 10 minutos. Los dos equipos defendían al hombre, con tres emparejamientos iguales Creus-Corbalán, Jones-Robinson, Miller-Jackson. Y dos diferentes, Fernández sobre Iturriaga y Mendiburu sobre Martín cuando defendía Cacaolat y al revés cuando lo hacía el Madrid. Los visitantes se adelantaron 16-21, pero la reacción local colocó el marcador en 32-27, a falta de nueve minutos para el descanso. El Madrid metía buenos balones a sus pívots, especialmente a Martín, y el Granollers era catapultado por Creus.

Sainz ordenó, tras un tiempo muerto, mayor severidad en los marcajes y el Madrid recuperó el dominio del partido (32-33). La tercera personal de Robinson y el cambio a zona (1-2-2) del Cacaolat significaron el despegue de los locales. El artífice fue Chichi Creus. Ante el delirio de los aficionados, Creus le hizo cuatro regates antológicos a Corbalán y anotó 14 puntos (7 de 10), sentenciando la primera parte, que finalizó con un 50-41 para Cacaolat.

Jesús Codina quiso jugar fuerte al inicio del segundo período y actuó los primeros cinco minutos sin Jones, que era quien más daño ha cía al Madrid. Sainz no utilizó en ningún momento a Robinson. Después de llegar a los 11 puntos de ventaja, la defensa del Madrid ahogó al Cacaolat. Los jugadores de Codina no podían tirar, jugaban muy alejados de la zona, y Romay era el amo de su parcela. El Madrid jugó su mejor baloncesto sin americanos al entrar Rullán por Jackson.

Aquí empezaron los infortunios para el Cacaolat. Jones se lesionó y estuvo siendo atendido en el banquillo durante seis minutos. Cuando volvió era otro jugador.

Pese a todo, Creus puso el marcador en un apretado 77-78. Después, con 79-80, llegaría la jugada narrada de Puig.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_