Ocho empresas suman el 95% de las pérdidas del INI y absorberán en 1984 el 75% de sus fondos de inversión
Ocho empresas públicas, cuatro de ellas englobadas en sectores en crisis y pendientes de los planes de reconversión en curso, sumarán en el presente ejercicio el 95% de las pérdidas globales del Instituto Nacional de Industria (INI) y absorberán en 1984 en torno al 80% de los fondos disponibles para inversión del holding público. La última previsión de pérdidas del INI para el presente año es de 143.000 millones, de los que 137.200 millones corresponden a ocho empresas: Seat (30.900 millones), Ensidesa (27.000), Iberia (25.000, quizá 27.000, según la última previsión), Astilleros Españoles (25.000), Altos Hornos del Mediterráneo (9.300), Astano (5.000), Hunosa (7.000 millones) y Babcok Wilcok (8.000).
El primer año de Gobierno socialista en el Instituto Nacional de Industria se saldará con pérdidas ligeramente superiores a las del pasado ejercicio, que responsables del INI achacan a "la inercia de los grandes monstruos industriales heredados". "Hay que tener en cuenta -señalan las fuentes- que cuatro de las ocho empresas pertenecen a sectores en crisis y requieren un proceso urgente de recorversión"."Nadie se debe sorprender, por tanto, de que las cifras que se esperan sean más abultadas que en el pasado. Lo que sí sería sorprendente es que no se haya hecho nada en este año., o se vaya a hacer en los próximos, para remediar esta situación que, como declaró recientemente el ministro de Industria, Carlos Solchaga, necesitará por lo menos tres años para cambiar de signo, es decir hasta que los planes de reconversión en siderurgia, sector naval y bienes de equipo comiencen a dar sus frutos", añadieron.
En este sentido, el Plan de Actuación, Inversiones y Financiación (PAIF) correspondiente a 1984 -el primero que ha podido elaborar la nueva dirección del INI- ya prevé que esas ocho empresas reciban una cifra considerable de aportación directa (en tomo a los 210.000 millones) de los recursos de inversión del instituto. Esta suma supone aproximadamente el 72,5% de los 293.000 millones en fondos que el holding aportará directamente a sus empresas, aunque la cantidad final será mucho mayor, ya que las compañías citadas podrán obtener recursos ajenos en el mercado por su cuenta.
Aunque el total de fondos públicos destinados a estas empresas se difumina por la variedad de conceptos (subvenciones del Estado, subrogaciones de pérdidas o aportaciones para cobertura de los intereses de los créditos de las empresas, según la ley Bayón), sí puede dar una idea de ella el hecho de que la aplicación total de fondos del INI a su grupo será en 1984 de 479.211 millones de pesetas. De esta cantidad, 203.860 millones de pesetas corresponderán a los recursos ajenos que las empresas podrán tomar del mercado, mientras que unos 275.000 millones, serán aportaciones del Estado al holding o endeudamiento directo de éste.
Pérdidas múltimillonarias
En esta cifra hay que incluir también la aportación de accionistas privados (3.978 millones de pesetas); el cash flow (dinero autogenerado por el grupo), que será negativo en 21.533 millones de pesetas; las subvenciones directas del Estado (32.633 millones); la subrogación de pérdidas de las empresas en sectores en crisis por parte del holding (90.273 millones) y finalmente la aportación directa del INI, que se eleva a 170.000 millones.
De estos capítulos, el que da una idea de lo que la crisis económica está suponiendo en algunas empresas del INI es el correspondiente a la subrogación de pérdidas en compañías pertenecientes a sectores con problemas, que se elevará a 90.273 millones de pesetas en 1984. Las empresas que recibirán un mayor aportación serán Ensidesa y AESA, las dos pertenecientes a sectores en proceso de reconversión. Les siguen, con una justificación más problemática, Seat e Iberia, las cuales se chuparán el próximo año la friolera de casi 90.000 millones entre las dos. Seat, por ejemplo, recibirá 21.050 millones en subrogación de pérdidas, más una aportación de 36.750 millones para ampliar capital y para inversiones. En Iberia sucederá algo parecido, ya que percibirá 17.605 millones para cubrir pérdidas y otros 17.000 millones, aún en duda, para ampliar capital.
Como dato anécdotico hay que resaltar la salida de la Empresa Nacional de Autocamiones (Enasa), fabricante de los camiones Pegaso, del grupo maldito de compañías públicas con déficit multimillonarios. En efecto, Enasa perderá este año 2.400 millones de pesetas, cifra respetable pero muy inferior a la de 8.000 millones del pasado año.
La justíficacion de unos datos inaceptables
El Instituto Nacional de Industria (INI), el gran monstruo que hace de espejo de lo que la empresa pública significa en este país que se autodefine constitucionalmente como de economía de mercado, tendrá que rendir cuentas muy pronto de lo que ha supuesto un año de gestión socialista al frente del holding y como impulsor de una nueva política industrial. Y el balance, a la luz de las cifras que se avanzan, correspondiente a las últimas previsiones del propio instituto, demuestran que la labor acometida va a ser mucho más difícil y costosa que sentar doctrina desde los bancos de la oposición.Consciente de esta dificultad, quizá el primer acierto del Gobierno de Felipe González fue nombrar a un empresario, no afiliado al PSOE, para ocupar la presidencia del INI. En un año de gestión, Enrique Moya, evidentemente, no ha resuelto ningún problema al frente del holding público, pero nadie puede negarle al ex secretario general del Círculo de Empresarios la valentía de exponer a la luz pública, sin ninguna demagogia, lo que se esconde detrás de dudosos balances anteriores y de cuentas de resultados inescrutables.
Bastan, quizá, los casos de Iberia y Seat para demostrar la magnitud del problema del INI, aunque es muy probable que éste no se halle limitado a esas dos empresas, sino a seis, con nombres muy concretos, que son las que componen esa especie de cáncer en avanzado estado de desarrollo que es hoy la empresa pública en España. Las pérdidas en Seat e Iberia sólo parecen tener justificación cuando existen otras cuatro sociedades -seis si se incluyen Hunosa y Babcok Wilcok - que, englobadas dentro de los denominados sectores en crisis, acumulan año tras año números rojos con más de nueve ceros.
Seat e Iberia sumarán este año unas pérdidas conjuntas que rondarán los 60.000 millones de pesetas, cifra que triplica, en el caso de Iberia, los resultados del año anterior. Como el propio Solchaga manifestó en la famosa reunión de presidentes de empresas públicas, el pasado mes e julio, no sirve decir que son sectores en crisis, ya que ahí están los casos de Renault, en la propia España, y de otras compañías aéreas en el mundo que se libraron o salieron hace tiempo de los números rojos que trajo la crisis gracias a una gestión de previsión acertada.
Pero lo grave, lo verdaderamente grave, es mantener la situación de pérdidas continuas -insoportables para un país de escasos recursos como éste- en Ensidesa, AHM, AESA, Astano, Hunosa y la Balcok. Estas empresas, según cálculos a vuelo pluma, arrojan pérdidas de entre uno y dos millones por persona que ocupan. Si los planes de reconversión iniciados no dan pronto los resultados apetecidos, los socialistas pueden terminar dando la razón a los liberales a ultranza, con representantes muy destacados en la oposición, de que quizá valga más enviar las nóminas mensuales a casa de los empleados que hacerlos venir a trabajar todos los días. Al menos resolvían de un plumazo el mal ejemplo que está dando en este país, con permiso de ERT, la empresa pública.
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