Los errores cometidos por pilotos españoles en el Atlántico afectan más a los costes de combustible que a la seguridad
El director general de Aviación Civil, Pedro Tena, ha advertido a Iberia y a Spantax, en sendas cartas, de que peligran sus vuelos por el Atlántico norte, según informa Europa Press. La eventual exclusión de las compañías españolas de las rutas de menor gasto de combustible -sobre las que se cierne en los últimos dos años una descomunal batalla económica entre los operadores europeos- supondría un fuerte encarecimiento de los costes del queroseno en sus vuelos transatlánticos. La falta de discipfina de los pilotos españoles a repercutir gravemente en las pérdidas de Iberia y Spantax, y no en la seguridad de sus vuelos.
El 5 de septiembre de 1983, la Dirección General de Aviación Civil recibió una carta -cuya traducción reproducimos en esta página- en la que los servicios de tráfico aéreo de la autoridad de Aviación Civil del Reino Unido, encargados del control de la navegación aérea en el Atlántico norte, señalaron la gravedad de los cuatro errores de navegación de aeronaves españolas registrados en dicha zona desde el 1 de marzo de 1983.El control de estas desviaciones sobre el océano, según fuentes de Iberia, se hace a efectos estadísticos y no de seguridad, con el fin de estudiar un reajuste de los pasillos aéreos de modo que puedan circular más aviones a menor coste. España no forma parte del grupo de países europeos y americanos del norte encargados del control de estas rutas. Ello supone un perjuicio para las compañías aéreas españolas, obligadas a reprogramar en vuelo sus rutas, por encargo de los controladores de Londres, mientras que otras compañías del norte y del este europeos no tienen que hacer tantas rectificaciones y, por tanto, no están expuestas a tales errores.
Entre las compañías circulan comentarios sobre una posible guerra sucia o persecución estadística del control de Londres por cargarse de razones para excluir a España de las buenas rutas del Atlántico norte, sobre las que hayúna competencia feroz. Bajar de una aerovía de 33.000 pies de altura a otra de 27.000 pies supondría para todos los vuelos transatlánticos de Iberia (Nueva York, Miami, Montreal, La Habana, Chicago) unas pérdidas anuales, por mayor gasto de combustible, de unos 800 millones de pesetas.
Advertencia
En ese sentido, la Administración española parece haber advertido a las compañías Iberia y Spantax que podrían prohibirles el uso de las buenas aerorrutas. "Se trata", según informaron a la agencia Europa Press fuentes del sector, "de una clara pérdida de disciplina de vuelo, y es culpa de las personas de las compañías que mandan sobre los pilotos".Según el documento adjunto, estadísticamente la compañía Iberia tiene algo menos del 1,5% del tráfico total en la referida zona, mientras que los errores señalados de los pilotos representan el 20% de los totales observados. Este documento motivó que la Administración iniciara una labor de inspección, hasta entonces prácticamente inexistente, sobre los pilotos. La tensión entre pilotos e inspectores de Aviación Civil ha sido notable, llegando incluso algún aviador a ampararse en los tribunales militares, denunciando en ellos al inspector que redactó su expediente. En plena batalla disciplinaria de inspectores y pilotos sobrevino la catástrofe de Barajas el pasado día 7 de diciembre.
Por otra parte, la Administración hizo público ayer a través de la agencia Europa Press un resumen del documento, en medio de la tensión existente sobre las causas del reciente accidente de Barajas entre pilotos y autoridades aeronáuticas.
El problema mas significativo , según el documento envia do a la Administración española por el Centro General del Grupo de Planificación de Sistemas del Atlántico norte, parece ser el del relajamiento de la disciplina en cabina. El director del centro londinense sugiere que se adopten severas medidas contra los responsables de las infracciones. Plantea, entre otras, sanciones pérdidas de antigüedad, degradar a los responsables a tareas inferiores o sanciones económicas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.