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Gisèle Halimi

La abogada, diputada y feminista francesa estuvo en Madrid

Gisèle Halimi, abogada, diputada francesa y luchadora por los derechos humanos y la igualdad de la mujer, es una refrescante conjunción de feminismo, inteligencia pragmática y sentido del humor. Sólo hay que verla explicar el porqué de su aspecto a los 57 años -"trabajo mucho, y eso conserva"- o su entusiasmo por sus tres hijos, que casi pasan de feminismo porque han sido educados en un ambiente igualitario, para intuir que es una mujer que disfruta con lo que hace. Halimi, que ha pasado tres días en España, invitada por el Instituto Francés, no tiene empacho alguno en decir que Marx era un estrecho.

Para muchos españoles, la biograría de Giséle Halimi tiene una fecha clave: su expulsión de España por la dictadura del general Franco, cuando vino al juicio de Burgos, en diciembre de 1970, como representante de la Federación Internacional de Derechos Humanos. Pero para entonces, Halimi ya había sido abogada del FLN durante la guerra de Argelia y había empezado su carrera de observadora internacional que la llevaría a Grecia, Marruecos, Vietnam y Chile. En España había estado en 1962, cuando la represión sobre los intelectuales que se solidarizaron con los mineros de Asturias, y en 1964, con motivo de las detenciones de estudiantes. Después del juicio a 16 militantes vascos, pudo venir de nuevo, en 1974, para defender a Eva Forest.En 1971 fundó el movimiento Choisir (Elegir), con Simone de Beauvoir y Jean Rostand, entre otros, para reivindicar la contracepción y la educación sexual, luchar contra las leyes regresivas sobre el aborto y preconizar la defensa gratuita de las mujeres que habían abortado. Actualmente, el movimiento tiene alrededor de 8.200 miembros, algunos de los cuales son hombres. Halimi piensa que éstos pueden ser feministas y que "el trabajo de las feministas consiste en convencerles de que la liberación de la mujer implica la suya propia".

Choisir está planteando actualmente en la Asamblea francesa (Congreso de los Diputados) una serie de medidas encaminadas a cambiar la ley del Aborto -en el sentido de penalizar a los médicos que abusen de la cláusula de conciencia y suprimir la necesidad de autorización de las menores para abortar y la obligatoriedad de ser residente en Francia para poder someterse a un aborto-, proteger más a las menores ante las insuficientes penalizaciones de la violación y el incesto e igualar los derechos del hombre y la mujer en la administración de los bienes de los hijos. Gisèle Halimi, presidenta del movimiento y diputada apoyada por el partido socialista, en el que no milita, se queda perpleja ante los escasos avances que supone la despenalización parcial del aborto en España, ya que es similar a la ley francesa de 1920, contra la que, precisamente, nació Choisir. "Esta ley española no deja decidir a la mujer", dice Halimi, "y para ella es muy importante dar la vida. No pueden hacerse niños por error o por fatalidad".

Tiene tres hijos de los que le fascina hablar casi tanto como de las relaciones entre feminismo y política. El mayor, 30 años, es abogado; el segundo, 27, estudia en Berkeley y es autor de un estudio sobre Marxismo y feminismo, en el que explica que el comunismo ortodoxo jamás se ocupó de la mujer. "Marx no fue al entierro de la compañera de Engels", cuenta Gisèle Halimi, "porque no estaban casados. Era muy machista y creo que se equivocaba al encontrar normal que su mujer estuviera pendiente de él mientras el genio creaba la obra". El tercero de los hijos de Gisèle Halimi, de 18 años, va a empezar Económicas.

La presidenta de Choisir pretende crear una unión europea de mujeres parlamentarias, para intercambiar experiencias. Entiende que debería crearse una unidad legal para que todos los países tuvieran normas similares con respecto a las mujeres, tomadas de los más avanzados. "Europa es un gran proyecto", dice, "y sé que hoy es aquí un tema doloroso; pero el grupo de diputadas socialistas francesas, al que pertenezco, quiere hacer todo lo posible para que Europa se haga con España, y sé que esto es una opinión política".

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