Xavier Vinader
Leí con sorpresa el editorial Un indulto inexcusable. Sorpresa originada por una manipulación alevosa y malintencionada de unos análisis hechos con pretendido y no logrado rigor. La condena (anticipemos y subrayemos que con la condición de "firmeza") de Vinader dha dado lugar a la publicación de un editorial falaz e infundado, injusto y contradictorio, corporativista y maniqueo. Es un editorial que tiende a una deformación apologista de la libertad de expresión: no se puede considerar ésta como un valor absoluto en sí, sin limitaciones de ningún género de las que, ilusoriamente, se pretenden arrogar en monopolio los profesionales del periodismo. Y su maniqueismo se debe a que establece una bondad (el periodista) y una maldad dicotómica (Gobierno-Tribunales) totalmente gratuita. La jurisprudencia del Tribunal Supremo es abundante en este tipo de delitos, y autores como Foeuillet, Cuello Calón, Carrara, Sánchez Tejerina, Pessina, Bettiol, Mezger y tantos otros sostienen que la inducción a la comisión de un delito conlleva una responsabilidad penal perfectamente de limitable del autor./
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