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La entrada de los liberales de UCD en Alianza Popular crea tensiones en el partido de Fraga

La anunciada afiliación a Alianza Popular de miembros del ala liberal de la disuelta UCD está creando tensiones dentro del primer partido de la oposición. Algunos miembros de la dirección consideran equivocada la actitud de Manuel Fraga favorable a admitir a toda clase de "tránsfugas" para absorberlos. Dentro de AP se ve con cierto escepticismo la arribada de personas que han de aspirar a figurar en lugares destacados en las listas electorales y que ya han recibido el rechazo popular. Para Fernando Suárez no hay inconveniente en admitir a los liberales ucedistas, pero siempre que ello se haga en determinadas condiciones.

Los nombres de Soledad Becerril, Antonio Fontán, Matías Rodríguez Inciarte y Antonio Jiménez Blanco -y el de José Pedro Pérez-LIorca, que se adivina en la sombra- no han supuesto para algunos miembros destaca dos de AP un motivo de satisfacción. Dentro del partido se estima que se ha puesto de manifiesto, ante la opinión pública, que la Unión liberal (UL) de Pedro Schwartz no es más que una quimera. Para negociar el ingreso del ala liberal ucedista se ha contado con Schwartz, pero se ha prescindido de Fernando Chueca, presidente de UL. Su puesto en la negociación ha sido ocupa do por Carlos Robles Piquer. Aunque los liberales de AP no manifiestan públicamente su disconformidad con la operación, dentro del partido dejan sentir su malestar.La primera polémica se ha centrado en la facilidad con que Fraga recibe a todo político que se acerque a él. "Manolo", dicen algunos de sus hombres cercanos, "convencido de su liderazgo, admite al primero que llega porque está absolutamente convencido de que no le supondrá sombra de ningún tipo". Pero hay otra cuestión que algunos no olvidan: "En la pasadas elecciones insultaron a algunos de nuestros candidatos, y eso no puede olvidarse en unos meses".

Becerril por Verstrynge

Preocupa, sobre todo, el papel que los liberales ex ucedistas han de desempeñar en el futuro. Se presupone en AP que desearán ocupar puestos preponderantes en las próximas elecciones. "La nueva imagen de AP no puede ser que, en Sevilla, Soledad Becerril y Antonio Fontán desplacen al propio Verstrynge o a Hernández Mancha, que ha trabajado por el partido con toda clase de dificultades y el desprecio de los propios ucedistas. No sería novedad digerible presentar por Granada a Jiménez Blanco, o a Rodríguez Inciarte por Asturias.Fraga deberá entender que no pueden venir al partido a desplazar a quienes han estado en él en los momentos en que se tenía una situación precaria".

Fernando Suárez advirtió en el comité ejecutivo los peligros que puede entrañar la afiliación de los ucedistas. El diputado aliancista y vicepresidente del partido recuerda que él se afilió al partido en una agrupación local y sólo escaló puestos a medida que fue elegido para ello por los miembros de la misma. Estima que un partido no se puede estructurar sobre la confianza que merece el líder.

"Yo estoy de acuerdo con el ingreso de estas personas", manifestó, "pero según y cómo. Me parece condición indispensable que se afilien en sus lugares de residencia y que por su trabajo, colaboración y eficacia sean elegidos para puestos de responsabilidad".

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Para Alfonso Osorio la operación es satisfactoria. "Yo siempre fui partidario de la mayoría natural y tengo que ser coherente conmigo mismo". Según Verstrynge, "todo lo que sea sumar, bienvenido sea". Cuatro de los miembros del ala liberal de UCD -Antonio Jiménez Blanco, Luis Miguel Enciso, Joaquín Muñoz: Peirats y Antonio Fontán- se han reunido esta semana en Madrid, para estudiar algunos aspectos formales de su inclusión en AP.

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