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Ruptura entre los partidos políticos que integran la Coalición Popular en Cantabria

La decisión del presidente del Gobierno regional de Cantabria, el independiente José Antonio Rodriguez, de destituir, en la mañana del pasado jueves, al consejero de Obras Públicas, Francisco Ignacio de Cáceres, miembro de la ejecutiva regional de Alianza Popular, ha abierto la primera gran crisis del Ejecutivo autónomo, y ha supuesto una ruptura entre los partidos que forman la Coalición Popular.

El cese, presentado oficialmente como dimisión, se produjo sin consulta previa a los dirigentes de la coalición que apoya al Gobierno regional, y coincidió con la publicación por un medio de comunicación cántabro cercano al presidente autonómico de una amplia información sobre las supuestas desavenencias existentes entre Rodríguez Martínez y Cáceres, y que medios aliancistas calificaron de "intoxicación intencionada".Ayer el presidente de AP de Cantabria, Mateo José Rodríguez, entregó al presidente del Ejecutivo autónomo un documento en el que solicita su dimisión. A la salida, los dirigentes de AP fueron increpados por el presidente del PDP (partido coligado con Alianza Popular), Ambrosio Calzada, quien mantiene el apoyo al jefe del Gobierno autónomo, José Antonio Rodríguez. Según todos los indicios, en la Coalicion Popular en Cantabria se ha producido una clara ruptura entre los partidos que la integran.

El cese del consejero de Obras Públicas movilizó a las fuerzas políticas integrantes de la Coalición Popular, que celebraron una reunión de urgencia al objeto de adoptar una postura común frente a lo que considera una "traición" del presidente regional cántabro a los pactos establecidos con posterioridad a las elecciones del pasado 8 de mayo y refrendados en octubre último en Madrid en el transcurso de la entrevista mantenida por Rodríguez Martínez con el presidente de AP, Manuel Fraga. Según estos acuerdos, la presencia de consejeros aliancistas en el Gobierno debía verse aumentada -hasta el momento contaba únicamente con dos, al igual que el PDP, uno de ellos el ahora destituido- mediante una amplia remodelación del Gabinete, del que saldrían la mayoría de los independientes que actualmente lo integran.

Dicha remodelación, en sus aspectos concretos, debía ser pactada entre los presidentes regionales de AP, Mateo José Rodríguez Gómez, del PDP, Ambrosio Calzada, y el propio jefe del Ejecutivo cántabro. AP esperaba obtener una mayor representación en el Gobierno, en lo que parece un intento del presidente regional por mantener su independencia, a la que, según AP, renunció parcialmente mediante los acuerdos firmados con la coalición y que le llevaron a la presidencia del Gobierno regional cántabro.

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