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Seguidores de Carrillo y de Gerardo Iglesias se insultaron en la tercera jornada de la conferencia del PCE de Madrid

La VIII Conferencia Regional de Madrid del Partido Comunista de España (PCE) se ha convertido en un preludio de lo que puede augurarse -cada vez con mayor nitidez- lo que va a ser el XI Congreso Nacional que se celebrarán a partir del próximo día 14: la ruptura de hecho del partido -aunque nadie lo abandone formalmente- en dos bloques de fuerza similar. Carrillistas y gerardistas se intercambiaron insultos ayer, en el tercer día de la conferencia de Madrid, y las votaciones reflejaban las diferencias en apenas 50 o 60 votos sobre un total de 800.

Los seguidores del actual secretario general, Gerardo Iglesias, y los partidarios del anterior, Santiago Carrillo -éstos representados en Madrid por uno de sus hombres de máxima confianza, Adolfo Piñedo, secretario regional saliente- andaban ayer haciendo cálculos sobre la inclinación de los futuros delegados que en el XI Congreso elegirán la nueva dirección comunista y fijarán la línea política del PCE para los próximos dos años.

Fuerzas equillibradas

Unos y otros coinciden en que ambas fuerzas -gerardistas y carrillistas- se presentan bastante equilibradas, aunque ligeramente inclinadas a las tesis del actual comité central, que apoya mayoritariarnente a Gerardo Iglesias."Mitad y mitad" era la proporción que auguraba ayer el carrillista Piñedo como resultado del próximo congreso. El 60% para Iglesias y el 40% para Carrillo era la cifra ofrecida a los informadores por algunos miembros de la actual dirección. Ambos coincidieron en que el partido está sumido en una gravísima crisis de unidad.

Discrepancias ideológicas

La diferencia entre ellos quizá sea que Gerardo Iglesias ha manifestado su voluntad de integración de la minoría, en tanto que Piñedo admitió ayer que "lo legítimo" es que quien gane en el congreso, aunque sea por un voto, tiene derecho a proponer una dirección monocolor.Otra de las diferencias entre ambos es que los carrillistas hablan de discrepancias ideológicas con los gerardistas, mientras estos últimos opinan que no hay tales discrepancias insalvables en el terreno de las ideas, sino una enorme lucha por hacerse nuevamente con el control de partido. Según el informe que presentó Adolfo Piñedo a la conferencia de Madrid, tres son los puntos en que se sienten más alejados de la actual dirección: la política interncional, la concepción interna de lo que debe ser el partido y el mayor o menor grado de izquierdismo, entendiendo este término, sobre todo, según el grado de oposición al PSOE.

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En el primer punto, el comité central sostiene independencia total de los dos bloques militares -norteamericanos y soviéticos-, y lucha por igual contra el imperialismo que ambos imponen en el mundo. Los carrillistas -así lo dijo ayer Adolfo Piñedo en una conversación con numerosos informadores- se niegan a admitir que la Unión Soviética sea imperialista.

Si bien Piñedo condena algunos de sus actos -"como la invasión de Afganistán o los sucesos de Polonia", dijo- todo lo demás, en líneas globales, les parece positivo a los carrillistas. Nicolás Sartorius, ex vicesecretario general, denunciaría poco después que los sucesos de Polonia no figuraban condenados en ninguno de los textos que presentaron los carrillistas.

Disciplina

Sobre la concepción del partido, opina Pinedo que éste debe ser disciplinado y mantener el centralismo democrático, marxista, con señas de identidad comunista. Por lo que se refiere al último punto, este sector propone un ataque frontal al Gobierno del Partido Socialista Obrero Español, en tanto que la actual dirección es partidaria de criticar aquello que sea, en su opinión, rechazable, pero apoya otras acciones del Gobierno de Felipe González que sean beneficiosas para la izquierda.Por lo demás, el hecho de que Maúcelino Camacho, secretario general de Comisiones Obreras y miembro del comité central del PCE, llamase chorras a los carrillistas y Piñedo llegase a afirmar que Gerardo Iglesias, hoy por hoy, no es aceptado ni reconocido por la mitad de los comunistas como el verdadero secretario general, da idea de la crispación en que se está desarrollando la VIII Conferencia de Madrid.

"Uno de los éxitos que olvida apuntarse Gerardo Iglesias es el de haber partido al Partido Comunista de España en dos mitades", dijo Piñedo en su conferencia de prensa. "Puede que Iglesias no salga elegido en el congreso, ni siquiera como nÚembro del comité central".

"No había oído ni leído mi informe, ha conseguido crispar la conferencia y, desde luego, no es un hombre capaz de integrar a nadie en el partido", agregó. En un intento que fue calificado por los miembros de la actual dirección como "intención de dividirnos a nosotros mismos", Piñedo y sus seguidores lanzaron ayer la idea de que Nicolás Sartorius se esforzaba más por la integración que Gerardo Iglesias, tesis que el propio Sartorius rechazó.

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