Tranquilidad y nuevas expectativas

Un mayor nivel de tranquilidad, junto con una aminoración en el proceso bajista, han sido las dos características que definieron los comportamientos de las bolsas españolas en las reuniones de ayer, que eran calificadas por algunos operadores como muy favorables para retomar algunas de las posiciones abandonadas en el proceso vendedor.El hecho de que los inversores privados continúen sin salir de su asombro ante el torbellino vendedor en el que se han visto inmersos ofrece una situación inmejorable para que las instituciones puedan proceder a reestructurar sus respectivas carteras sin incidir excesivamente en los precios de los títulos en los que están interesados.

Las acciones eléctricas y los, bancos pueden constituirse en un plazo de días no muy dilatado en un centro neurálgico de estas órdenes. Los valores del primer grupo cuentan con el aliciente de que en el plazo de un mes satisfarán sus dividendos a cuenta del presente ejercicio para eludir el trato fiscal más desfavorable que recibirían sus accionistas si percibieran estas derramas en los primeros días del próximo ejercicio. Al menos en este sentido se ha interpretado la decisión de Hidroeléctrica Española de hacer efectivo sus veinticinco pesetas de dividendo el próximo 30 de diciembre.

En lo que respecta al grupo bancario los especialistas parecen encontrarse a la espera de un signo de buena voluntad por parte de las propias entidades, a quienes se remite la responsabilidad de iniciar el proceso alcista de sus propios títulos. Las nuevas normas que afectan a la contratación de estos títulos no han tenido mayor repercusión en su actividad cotidiana. Lo más que puede producirse es una acentuación de la picaresca en torno a la negociación de estos títulos. En cualquier caso el protagonismo en este grupo correspondió ayer al inicio de la contratación de las acciones de BNP España. Estos títulos, procedentes de las acciones de la antigua Banca López Quesada, contaron con una fuerte demanda.

Con todo, el interés de los inversores continuó centrado en la evolución de los precios de las acciones de El Aguila, que ayer observaron una curiosa trayectoria. Iniciaron su contratación pagándose al 1.72% para pasar al 173%, y terminar cerrando, ante la presencia de una bien nutrida oferta institucional, al 169%. Según estaban dispuestos a jurar sobre una pila de biblias una nutrida representación de lo más selecto del gremio de operadores del mercado madrileño, la personalidad del ordenante vendedor se situaba en- las sociedades del entorno del grupo Banco Hispano Americano.

Representantes de esta entidad son, al parecer, los encargados de tutelar las actuales negociaciones con los chicos de Atlanta, cuyo objetivo final podría estar en la conocida operación de traspasar las participaciones en compañías embotelladoras de Coca-Cola en nuestro país, y con su producto sanear el abultado pasivo de la sociedad, hasta dejarlo en unos 500 millones de pesetas, desde los 11.000 de deuda a corto plazo actuales. Aceptada esta hipótesis queda por ver a quien se traspasará el grueso de la sociedad después, porque si este segundo paso no existe, la baja de la cotización de estos títulos puede ser de las que hagan época.