La incoherencia de la programación de TVE hace perder y ganar, alternativamente, varios millones de espectadores
La audiencia de Televisión Española ha experimentado grandes oscilaciones durante el primer semestre del año, aunque globalmente ha aumentado ligeramente el promedio diario. La sustitución de Dallas por Vivir cada día representó para TV la pérdida de más de seis millones de espectadores. Por el contrario, ha aumentado la audiencia de la sobremesa y la nocturna de algunos días, como los lunes, con algo más de tres millones de espectadores en algún momento. Se interpreta que la programación de Televisión Española no es coherente, aparte de que los socialistas no están satisfechos con la actual oferta.
La falta de coherencia y de criterios en la programación es lo que distingue, al menos, a los primeros seis meses de mandato socialista en RTVE, si se tienen en cuenta los índices de audiencia. A la expectativa que había despertado el nuevo Gobierno y la nueva TVE correspondió inesperadamente una programación que durante tres días semanales registró considerables pérdidas de audiencia en la primera cadena, aunque globalmente la audiencia media diaria aumenta en algo más de medio millón de espectadores. El descenso más alto supone una pérdida de 2.593.000 telespectadores durante los seis pirimeros meses de 1983, respecto a 1982, los martes por la primera cadena, entre las 23.00 y las 23.30 horas. Su turno y Vivir, cada día habían sustituido los espacios horarios durante los cuales primero se emitió Dallas y más tarde Dinastía.
La pérdida de la primera caderia asciende a la impresionante cifra de 6.209.000 telespectadores (los martes de 23.00 a 23.30) si se compara el periodo en que se emitía Dallas y la audiencia posterior de Vivir cada día. Son clatos de un informe interno de RTVE, titulado Audiencia de Televisión, primer semestre de 1983, elaborado por el Gabinete de Planificación del Ente Público, a partir de los resultados del Estudio General de Medios (EGM).
También "los periodos horarios inmediatamente anteriores al telediario de las nueve", dice el informe de RTVE, "han venido experimentando importantes descensos de un año a otro. Concretamente, el año pasado registró, con respecto a su precedente, un descenso que, por promedio, podía calcularse en alrededor de los dos millones y medio de espectadores que, por otro lado, no pasaban a la segunda cadena: simplemente habían dejado de ver televisión; el caso era lo suficientemente grave como para pensar que se había llegado a un mínimo y que a partir de él sólo cabía que la audiencia subiera. Pues bien: no sólo ha ocurrido así sino que en varios días -entre ellos, los lunes- la audiencia ha descendido todavía más".
La audiencia de la sobremesa ha crecido especialmente cuando se emite el telefilme de producción ajena (a partir de las 15.30).
La primera cadena ha perdido audiencia, en términos generales, los martes (en todos los programas emitidos entre las 19 y las 24 horas), los domingos (en todos desde las 15 hasta las 24 horas, con una pérdida máxima a las .siete de la tarde de 2.453.000 espectadores) y los miércoles (en todos los espacios desde las 19 a las 24 horas, si bien las pérdida es menor, con un máximo de 1.521.000 espectadores a las 21 horas).
Pérdidas en la segunda
La segunda cadena ha frenado durante 1983 la tendencia de 1982 a incrementar su audiencia en programas cuya base era a emisión de películas de cine, como Mis terrores favoritos, La clave, Cine club y el largometraje de los domingos, aunque globalmente tenga 300.000 espectaídores más este año. Las pérdidas más significativas se producen los lunes (1.519.000 espectadores) y los jueves. La clave, que ha sido el progra ma más identificativo de esta cadena, ha percUdo en algún momento de su emisión hasta 2.284.000 espectadores entre las 20.30 y las 21.00 horas, si bien ganó 805.000 televidentes hacia el final del debate. En su pérdida influye quizá la rivalidad de Un, dos, tres.
Las dos cadenas, por el contrario, han registrado aumentos considerables en otros.días y segmentos horarios: la programación nocturna de los lunes en la primera cadena (algo más de tres millones de espectadores entre las 22 y 22.30 horas), gracias a la sustitución de Lápiz y papel y la obra de teatro por telefilmles como Marco Polo y las entrevistas en Españoles. Los viernes sucede algo parecido con Un, dos, tres, seguido de telefilmes o series.
Estas sorprendentes oscilaciones de audiencia pueden indicar, por una parte, que no hay criterios claros y coherentes a lo largo de la programación y que no se mantiene la capacidad de convocar en un. determinado momento al mayor número posible de telespectadores. Quizá porque se está ofertando un modelo de televisión en el que se han improvisado esquemas de programas sin valorar el riesgo de las pérdidas de audiencia en los mencionados días y horas.
Los expertos de audiencia de RTVE han constatado que últimamente se experimenta un cambio considerable en el comportamiento de los espectadores: mientras antes influían decisivamente en ver televisión factores genéricos, como el empleo del tiempo (y, por tanto, el horario de emisión), ahora el factor programa tiene más peso, porque la audiencia es mucho más selectiva.
El 'espejo del cambio'
La programación de TVE, es decir, el producto que se transmite al público, tiene que ser "el espejo del cambio", dijo repetidas veces el director general de RTVE, José María Calviño. Es prematuro evaluar la programación de TVE, cuyo director es el militante socialista Ramón Gómez Redondo. Alegan, entre otras razones, que no puede hablarse en sentido estricto de programación, socialista hasta principios del próximo año.
Sin embargo, Gómez Redondo ya ha comunicado al Consejo de Administración que las líneas de programación para los primeros meses de 1984 son muy semejantes a las del actual trimestre, con tendencia a la estabilización. Es decir, según este directivo, estamos contemplando ya lo que es, en líneas generales, programacion socialista.
Las críticas a la prograrnación fueron constantes a lo largo del año, incluso por parte de miembros del Gobierno y destacados dirigentes del PSOE. El presidente del Gobierno, el 20 de septiembre, en el Congreso de los Diputados, muy poco antes de que entrase en vigor la nueva "oferta de Gómez Redondo, se mostró insatisfecho por dicha programación. Después, Guillermo Galeote, miembro de la ejecutiva federal y secretario de imagen del PSOE, manifestaba en una en trevista publicada en el órgano oficial de su partido (El socialista, número 329, 4 de octubre de 1983) que "la televisión todavía no ha cambiado, es decir, no ha cambiado sustancialmente, por que en cuanto los socialistas llegaron al poder tomaron una decisión grave, como fue el liquidar la subvención económica y coartar la capacidad de maniobra para poder transformarla de una manera más intensa y más profunda".
Hay también otro testimonio importante, el del militante socialista José Manuel Fernández -uno de los principales colaboradores de Gómez Redondo-, quien dimitió el pasado mes de su cargo, entre otras razones, porque "no hay condiciones objetivas para hacer una programación coherente, a causa de la propia organización de la Dirección de Programas".
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