Xabier Azkargorta, el tecnico mas joven y barato de Primera División

Cuando en 1979 Xabier Azkargorta colocó en el maletero de su coche una tienda de campaña y viajó a Vichy para asistir durante una semana a un cursillo de entrena miento para porteros, poco podía imaginarse que sólo cuatro años más tarde estaría dirigiendo un equipo de Primera. Acostado so bre el duro suelo de la tienda, Xabier, en esos cinco minutos previos al sueño, hacía un repaso de la jornada y llegaba siempre a la conclusión de que su esfuerzo valía la pena. Estaba siguiendo el camino idóneo para llegar a ser un entre nador de Primera.En sólo dos años, este vasco de enorme bigote -"no me lo he cortado desde que cumplí los 18 años"- ha pasado del banquillo del Lagun-Onak, de Tercera división, al del Español. Xabier reconoce que ha tenido suerte, "pero me la he sabido ganar".

Antes de conseguir el título de entrenador -a los 24 años-, Azkargorta fue jugador del juvenil de la Real Sociedad y del Bilbao Athlétic. "Jugaba de delantero centro y siempre estaba lesionado. Tuve suerte cuando una lesión de rodilla me apartó del fútbol, porque hubiese sido un mediocre jugador y habría perdido mucho tiempo que me ha servido para prepararme como entrenador".

En Tarragona, donde trabajó el año pasado, puso en marcha una escuela de fútbol y subió el equipo a Segunda B. "En Tarragona perdí dinero, pero allí me Jugué mi vocación de entrenador. Era el ser o no ser, y me ha salido bien".En el Español, Azkargorta ha impuesto su nuevo estilo. "Hablo mucho con los jugadores. Estos futbolistas de ahora son muy diferentes a los de diez. años atrás, y los entrenadores debemos adaptarnos a los cambios. Quizás a mí me resulte más fácil, porque yo estoy muy cerca en edad de ellos. Antes, los jóvenes tenían inquietud y buscaban en el fútbol nuevos alicientes. Ahora hay que estar constantemente motivándoles, porque sus alicientes se han visto cumplidos a una edad muy temprana".

Azkargorta se pasa horas y horas hablando con sus chicos. Habla de todo. Les recomienda un libro, una película, escucha sus problemas profesionales y personales.... En las concentraciones, Azkargorta ha logrado imponer el ajedrez como el juego de moda.

Considera que una de sus labores es formar a sus chicos tanto personal como culturalmente. "Antes, los entrenadores pensaban que formar a sus jugadores era matricularlos en una academía a la que nunca iban a ir. Yo, que he estudiado cinco años de Medicina, sé que el ambiente universitario no es imprescindible para la formación humana. Creo que hay que fomentar las inquietudes intelectuales, pero eso ya no se consigue solamente en la universidad".

Ahora está leyendo El Hobbit, de Tolkien, y Cròniques de la veritat oculta, de Pere Calders, "que me está costando leer, porque aún no domino bien el catalán". Azkargorta está aprendiendo el catalán a base de diccionarios y libros, aunque aprovecha al jugador Soler para que le enseñe un poco de gramática. "Soler está estudiando Filología Catalana y, cuando estamos concentrados, le pido, por ejemplo, que me prepare los verbos ser y haber para que los estudiemos juntos. A él le divierte y a mí también".

Azkargorta es vasco-vasco. Echa de menos los potes con los amigos y se sorprende "porque en Cataluña no se canta en los bares". Quince meses después de aterrizar en Cataluña, cree que ya puede diferenciar a los catalanes de los vascos. "Existen afinidades En la calle se palpa el sentimiento nacionalista. Creo que el catalán es más fuerte en la forma y el vasco en las raíces. También hay divergencias. En Cataluña he nota do que se cuida más la imagen social y que existe una clara diferenciación en la relación de clases. E vasco es más llano y espontáneo". No elude hablar de política "porque creo que nadie puede rehuir explicar su pensamiento político". Simpatiza claramente con el Partido Nacionalista Vasco y reconoce que "quizá los vascos tenemos menos problemas para identificarnos políticamente porque siempre hemos sido muy activos por las circunstancias que se vive en Euskadi. Creo que el PNV es la única solución y, desde luego, no estoy de acuerdo cuando se dice que se han acabado las medidas políticas para acabar con el terrorismo. Creo que el PNV no ha podido utilizar toda su fuerza porque, sencillamente, el Gobierno central no le ha concedido la oportunidad".

A diferencia de muchos entrenadores vascos, Azkargorta no sueña con dirigir a la Real o al Athlétic. "Yo soy un profesional y mis preferencias como tal se reducen a mi área de trabajo". Sonríe cuando escucha una frase de Mario Onaindia: "Un vasco se considera intelectual cuando ha leído el primer libro". "Creo que es legítimo que alguien se considere intelectual cuando ha terminado su primer libro", dice Azkargorta, "porque, por vez primera, se siente identificado con un autor, con una historia".

Menotti, Clemente y Cruyff

Para Azkargorta, el entrenador ideal estaría formado "por el saber estar de Menotti y el genio y la agresividad de Javier Clemente". Se declara enamorado de la Holanda del Mundial de 1974 y del Ajax de principios de los setenta. Como jugadores, Cruyff es el que más le ha impresionado, aunque recuerda como a un ídolo de su niñez al alemán Haller en el Mundial de Inglaterra.La nueva política del Español cuenta con todo su apoyo. "Para mí existen dos tipos de política de cantera. La Real Sociedad y el Athlétic tienen una forma de trabajo visceral, porque no conocen otra. El Málaga, por el contrario, ha tenido que recurrir a los chicos de casa porque se dirigía a la ruina económica. El Español está situado en un punto medio. Ha decidido fomentar la cantera por convencimiento y necesidad. Creo que necesita definirse, conseguir una personalidad propia ante el monstruo del Barcelona".Azkargorta está orgulloso de sí mismo. "Para mí estos meses han sido una prueba personal. Creo que he sabido mantenerme fiel a mí mismo y a mis ideas. Para mí, esta experiencia en el Español también me está formando. Como los jugadores, estoy aprendiendo contínuamente".