El principal de las maniobras 'Crixex 83' decepcionó a los observadores

El principal ejercicio de las maniobras hispano-norteamericanas Crisex 83, desarrollado en la mañana de ayer en la playa de Castilla (Huelva), consistente en un desembarco, decepcionó a la mayoría de los observadores, porque él número de hombres participantes en el desembarco efectuado sólo ascendió a 2.000 en lugar de los 4.000 previstos y porque las condiciones en que se realizó el ejercicio ofrecieron un mínimo realismo. Una fina lluvia y los escasos cuatro grados de temperatura registrados en la zona contribuyeron a que la operación fuera seguida con poco interés por la mayoría de las personas desplazadas a presenciar esta operación.

ENVIADO ESPECIAL, El ejercicio fije presenciado por el Rey, el ministro de Defensa, los cuatro miembros de la Junta de Jefes de Estado Mayor, 40 parlamentarios de las comísiones de Defensa del Congreso y del Senado, el embajador de EE UU en España, 30 observadores de países miembros de la OTAN y de otros estados latinoamericanos y 32 periodistas. Todos ellos vieron el desembarco desde un acantilado, cerca de la playa, y varios parlamentarios se unieron a los negativos comentarios de algunos mandos sobre el desarrollo del desembarco.En las maniobras del desembarco participaron siete buques españoles con una antigüedad media cercana a los 30 años. Hipotéticarnente, el desembarco iba a efectuarse en una zona ocupada por tropas enemigas. La operación se inició, como estaba previsto, a las 10,30 horas de la mañana, pero, desde varias horas antes, los barcos se encontraban fondeados a poco más de un kilómetro de la playa. Llegada ésta, y en cinco lentas oleadas, desembarcaron 2.000 hombres de Infantería de Marina.

Según un coronel presénte en las maniobras, "éste es un desembarco típico de hace 25 años". No obstante, el director del Crisex 83, teniente general Gregorio Martín Olmedo, comentó que la operación se había desarrollado "de manera muy positiva". Sin embargo, el propio almirante Saturnino Suaríces, jefe del Estado Mayor de la Armada, de quien depende la Infantería de Marina, señaló que la zona elegida para el desembarco "no era la más adecuada para este tipo de operaciones".

Previamente al desembarco, bombarderos estadounidenses B-52, seguidos por aviones de combate F-111 y F-15 norteamericanos y por Mirage F-1 y Harrier españoles, efectuaron una supuesta operación de limpieza de la playa. Antes, entre las 7.30 y las 8.30 horas, saltaron a varios kilómetros de la playa 800 paracaidistas norteamericanos llegados de Carolina del Norte.

Elósegui y Franco

Por otro lado, el pasado martes se originó un incidente en la base aérea de Rota, utilizada como escala por los parlamentarios que se dirigían a presenciar las Crisex. En la cámara de oficiales de la base el senador del PNV Joseba Elósegui puso boca abajo un retrato de Franco colocado sobre una estantería. Un capitán de fragata reprochó duramente su actitud, advirtiendo que en ese lugar el senador era sólo un invitado. Los parlamentarios del Grupo Popular se pronunciaron ayer en contra de la actitud de Elésegui, y alguno de ellos llegó a pedir excusas.Elósegui, en los últimos años del franquismo y en actitud de protesta contra el régimen, se arrojó a lo bonzo desde una de las gradas del frontón de Anoeta, en San Sebastián, durante un campeonato de pelota que presidía el anterior jefe del Estado.