Banderas para celebrar la lluvia.
El presidente de la Diputación de Sevilla, Miguel Ángel Pino, interrumpió ayer la reunión del equipo de gobierno provincial y ordenó izar la bandera nacional, la andaluza y la de la provincia para celebrar la lluvia que desde las 11 de la mañana comenzó a caer con cierta intensidad en la capital andaluza. El agua fue recibida con alegría que se exteriorizaba en los rostros de las gentes. Es tanta la escasez que los más pequeños no recordaban el fenómeno. La ciudad, como si estuviera a punto para el acontecimiento, se pobló de paraguas e impermeables con enorme rapidez. Se hizo muy dificil encontrar un taxi y los colapsos de circulación o los pequeños accidentes de automóvil no lograron empañar el contento de las gentes que soportan una de las más largas sequías del siglo.
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