Rosa y Nissim Bueno, periodistas sefardíes
Son los propietarios del único periódico de información general, 'La Luz de Israel', que se publica, en judeoespañol
Nissim Bueno, judío sefardí, había cumplido 47 años cuando cerró por última vez el portalón de su viejo hogar de Estambul con el propósito de comenzar, en 1970, una nueva vida en Israel. El recuerdo de la vieja y cosmopolita ciudad turca estaba todavía muy vivo cuando se casé, ese mismo año, con Rosa, una emprendedora viuda también de origen sefardí y nacida en Sofía. Doce meses después, el matrimonio celebraba en Tel Aviv el lanzamiento de la única publicación de información general escrita en judeoespañol y de la que son propietarios, La Luz de Israel.
Doce años después de que saliera a la calle por primera vez La Luz de Israel, Rosa y Nissim Bueno han realizado el sueño ancestral de muchos de sus antepasados: volver a España, aunque sólo sea por unas semanas. Rosa, una de esas 50.000 personas de origen sefardí que abandonaron Bulgaria para instalarse en Israel, vive en su nueva patria desde 1949. Esta mujer, de grandes ojos negros y rasgos balcánicos, no oculta su emoción cuando, en su habitacion del hotel Plaza, en Madrid, escucha por la radio las nostálgicas notas del Abba Naguilla, la vieja canción del folklore israelí que habla de alegría y unión y que transmite una emisora con motivo del Rosh Hashanah, el año nuevo judío.El matrimonio Bueno, que el próximo miércoles día 14 viaja a la Costa del Sol, donde pasan las vacaciones muchos de sus compatriotas, recuerda ahora el comienzo de su viaje a la tierra de donde fueron expulsados sus antepasados. Después de que Ignacio Cembrero escribiera su artículo Los judios sefardíes, publicado en EL PAIS SEMANAL del pasado 3 de julio, "diezenas de letras nos arrivaron de Espania" dice Nissim Bueno, "i se despertó un grande enteresso en verso la lingua judeo espaniola". "Lo mas emossionante", añade, "es ke kaje todos los eskritores de las letras ke nos embiaron, malgrado ke non son judíos, nos están yamando ermanos i nos envitan a Espania en diziendo ke es la kaza de todos los judíos sefardíes".
Aficionado al flamenco
Entre las cartas que les han llegado de España y de países como Japón, Noruega, Alemania, Francia o Inglaterra, "yenas de admirasión i sempatia", destacan algupas como la de un catalán, "nasido al orilla del Mediterráneo, la mar ke ayega asta Israel", y que les envía un saludo "de la patria vuestra y nuestra". O la de un madrileño, "espaniol sefaradita, ke dezea mantener korrespondensia con una siniorita sefardita entre la edad 30-45 anios, kon butos serio zos de kazamiento".Nissim Bueno, aficionado al flamenco, y que aparenta quince años menos por "no beber, no fumar y no jugar", vive junto a su mujer en Tel Aviv, donde editan La Luz de Israel, muy cerca de Bat Yam, "donde se siente tanto el español como en las calles de Madrid". Allí está el centro más importante del habla judeoespañola de Israel. Rosa, fan de Julio Iglesias y de los cantautores sefarditas, piensa que los jóvenes judíos se interesan ahora más por lo que ellos llaman "ladino". Hay cuarenta o cincuenta "legos" (alumnos) en cada clase de universidades como la Sorbona doride se enseña el judeoespañol, un estudio que adolece de una importante carentia de testimonios escritos, por lo que muchos de estos; centros han de recurrir a uno de los pocos escritos que actualmente se realizan en esta lengua, el periódico La Luz de Israel, en el que trabajan un total de diez personas dirigidas por su propietaria, Rosa,, "direktrisa en kapo", y su marido, Nissim Bueno, "sekretario jeneral", y con la, inapreciable colaboración de' Eliezer Bivas, "redaktor".
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