Simja Eitan
un anciano sordomudo de 80 años, ha denunciado ante una corte judicial de Tel Aviv a su hijastra, de 16 años, por pasearse, desnuda ante él con la intención de matarlo de un infarto de miocardio. El abogado del anciano explicó a la corte que su cliente llegó hace cuatro años desde la Unión Soviética casado con una mujer de 40 años, madre de la nudista. La mujer, a cuyo nombre registró bienes por más de 30 millones de pesetas, negó la acusación, pero el juez de paz obligó a la muchacha a moverse, vestida, delante de su padrastro. Según el demandante, esos paseos en cueros tienen por único fin humillarle y matarle de un síncope, para heredar así sus abundantes propiedades en la localidad de Holon. El letrado del octogenario gestiona ahora la disolución del vínculo matrimonial ante una corte rabínica de Tel Aviv, porque la boda soviética se formalizó en un registro civil, y en Israel sólo son válidas las religiosas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.