El engaño de los índices
Nadie al principio de esta semana podía pensar que se pudiera cortar tan rápidamente la tendencia a la baja que estaban registrando los mercados de valores. Únicamente los más optimistas se atrevían a imaginar que se produciría un cambio de rumbo tan radical en la tendencia, pero esta primera lectura de la evolución de los índices generales, es, a todas luces, engañosa. Los cambios positivos que reflejen unos cuantos valores importantes no logran ocultar, o lo consiguen apenas, que el montante total de las órdenes de venta se mantiene y que los volúmenes de contratación siguen indicando que las bolsas están recibiendo los mínimos indispensables para su mantenimiento.El sector bancario, que de una u otra manera siempre termina por convertirse en el principal protagonista del mercado bursátil, sigue manteniendo en los saldos oficiales casi las mismas cifras que ha venido presentando, desde hace 10 días. Los saldos de las operaciones por caja apenas varían y, sin embargo, sí que presentan cambios significativos las cantidades que de dichos saldos retiran estas entidades.
RAFAEL VIDAL
MORCILLO,
El cambio de postura en los índices de los grandes bancos ha coincidido con el final del pulso que estas instituciones han mantenido con el Banco de España, en cuanto al tipo de interés que este último debía pagar por el dinero del mercado interbancario. El caso es que se ha pasado de pérdidas casi generalizadas a la repetición como norma. Ayer, sólo Banesto y Santander, los dos que tenían los saldos más abultados, siguieron recortando sus precios, limitándose los demás componentes del club de los siete grandes a repetir.
Una vez que los bancos han recobrado la normalidad, los otros grupos del mercado han encontrado con más facilidad el camino, aunque mejor que hablar de grupos sería hacerlo de valores aislados, precisamente aquellos a cuyas evoluciones mejor responde el índice.
Estos valores pertenecían a los sectores de construcción, químico y siderúrgico, sin olvidar alguno correspondiente al sector del comercio. La importancia que estos grupos tienen en el volumen de contrataciones del mercado catalán tuvo como consecuencia que la Bolsa de Barcelona reflejase en su índice general, en la sesión de ayer, una ganancia de 1,26 puntos, mientras que en Madrid se logró el más difícil todavía, al encontrar entre todos el equilibrio perfecto y terminar la sesión con un signo de repetición. Las bolsas de Bilbao, que aún sigue funcionando a la luz de las velas, y Valencia tuvieron variaciones insignificantes.
Los valores eléctricos son los que no terminan de encontrar el camino de la recuperación. Las bajas acumuladas llegaron a situar a algunos de ellos en sus mínimos anuales sin que en esta ocasión se llegase a producir el tradicional rebote, salvo en casos muy aislados y con menos fuerza de la habitual.
La semana termina dentro de un ambiente optimista. que sólo se ve empañado en la Bolsa de Madrid por el malestar reinante entre los trabajadores, que, tras la tregua vacacional del mes de de agosto, ven muy cercana la posibilidad de que los empleados de un agente jubilado pasen a engrosar las bien nutridas filas del desempleo, en lugar de pasar a cargo de la junta sindical, como hasta ahora venía sucediendo en virtud de un acuerdo que les reconoce el derecho a la continuidad en el empleo.
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