Edwin Moses batió su propio record mundial en 400 vallas en el día de su cumpleaños

Edwin Moses estableció ayer en la reunión internacional de Coblenza el récord mundial de 400 metros vallas en 47.02. El anterior, en pode del mismo atleta, había sido fijado el 3 de julio de 1980 en Milán en 47.13. La plusmarca significó para este atleta su cuarto récord del mundo, su 83 victoria consecutiva -mañana llevará seis años invicto- y que las nueve mejores marcas de todos los tiempos ya le pertenezcan. Ayer cumplió 28 años.

Moses es el atleta más grande de nuestro tiempo. El 2 de septiembre de 1977 dejó de tener rivales. Sehmid le venció en la reunión internacional de Berlín. Desde entonces Moses viene protagonizando el palmarés más impresionante que jamás haya conocido el atletismo. Si en una prueba se pudieran reunir los protagonistas de las carreras más rápidas que ha habido en el mundo, la figura de Edwin Moses estaría en las ocho calles. Y el primer reserva también sería este mismo atleta. El vencedor sería el Moses de ayer (47.02); le seguiría el que corrió en Milán el 3 de julio de 1.980 (47.13), el del 14 de julio de 1981 en Lausana (47.14), el del 8 de agosto de 1980 en Berlín (47.17), el del 21 de agosto de 1981 también en Berlín (47.27), el del 4 de septiembre de 1981 en Roma (47.37), el del 24 de agosto de 1983 en Zurich (47.37) y el del 28 de agosto de 1983 en Colonia (47.43).Corre sin liebres, sin rivales y es capaz de hacerlo igual de bien cuando no tiene referencias. Éstas, en su prueba, son los atletas que van por las calles de delante. En la Copa del Mundo de 1981 le correspondió en suerte una calle fantasma, la 9, que se construyó especialmente para esta competición con el fin de que pudiera participar Italia como país organizador. La calle presentaba el grave inconveniente de que la curva era muy larga; era una experiencia inédita. Pasó mal la séptima valla y acusó el correr por una calle que, hasta ese día, no había existido en el atletismo. Moses hizo la quinta mejor marca mundial de todos los tiempos.

Moses, a los 20 años, era un discreto atleta. Con una marca de 50.1 llegó a las pruebas de selección de su país, Estados Unidos, para los Juegos Olímpicos de Montreal. Logró la clasificación con 48.30. El 25 de julio de 1976 se proclamó campeón olímpico y arrebató el récord mundial al ugandés John Akii-Bua por 19 centésimas (47.63). El 11 de junio de 1977, en Westwood, lo rebajó a 47.45; en Milán, tres años después, y ayer, en Coblenza, continuó su progresión para ser el primer hombre que baje de 47 segundos en la distancia.

En ese espacio de tiempo Moses se casó con Myrella, una alemana que le acompaña en todas sus carreras, se hizo ingeniero de cabezas nucleares para misiles y comenzó los estudios de medicina en la universidad de Irvine, en California. Entre septiembre de 1981 y mayo de 1983 no compitió. Enfermó de neumonía y aprovechó el descanso para realizar estudios aeronáuticos. Re apareció en un 800, donde realizó 1.48.98. La experiencia le gustó y amenazó con pasarse algún día a esta prueba "para hacer récord mundial". En su primer 400 vallas marcó 47.84, mejor marca del año. Moses viene protagonizando la plusmarcas anuales desde 1976, cuando realizó 47.63. Las siguientes fueron: 1977, 47.45; 1978, 47.94; 1979, 47.53; 1980, 47.13; 1981, 47.14; y 1983, 47.02.

La estatura de Moses, 1,88 metros, le representa una ventaja para su prueba. Por ser negro, la mayor longitud de sus piernas le faculta para elevarse sobre los 91,4 centímetros de las vallas con mayor facilidad. Da 13 zancadas entre la segunda y la décima valla, separadas 35 metros cada una de ellas. La impulsión la realiza a 2,50 metros de la valla y cae a 1,30 después de pasarla. Su mejor marca en 400 lisos es de 45.60.