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Las bolsas españolas, de espaldas al entorno internacional

Realmente, no se sabe si los bolsistas españoles pertenecen a la raza privilegiada de los más avisados del universo o si, sencillamente, su falta de conexión directa con el entorno internacional les deja tan descolgados en los movimientos rápidos del mercado que en más de una ocasión aciertan en su conservadurismo. Aunque no existen estadísticas fiables, casi todas las observaciones se inclinan por esta segunda hipótesis, que en jornadas como las del pasado martes cobraron una importancia especial. La fulminante caída del dólar frente a las principales divisas occidentales provocó unas alzas bastante espectaculares en los mercados de acciones, que no fueron en absoluto seguidas por las bolsas españolas. Pero tampoco los mercados nacionales tuvieron que registrar las correcciones a la baja que ayer mismo se registraban en las principales plazas financieras internacionales. Vaya lo comido por lo servido.Sin embargo, esta falta de sensibilidad para los acontecimientos de cierto relieve que ocupan al mundo financiero internacional que acusan las bolsas españolas no puede dejar de resultar preocupante. Por supuesto que hoy, y en este país, nadie cree que los mercados de valores sean el termómetro de la economía nacional. Pero el extremado divorcio que mantienen con la realidad económica, cada vez más compleja en sus relaciones, y que presenta vinculaciones progresivamente crecientes con el entorno internacional, resulta, a ojos de varios especialistas, un extremo realmente preocupante.

En la reunión del martes, el mercado madrileño registró el mínimo nivel de contratación del presente año, con algo menos de 328 millones de pesetas. Por su parte, la Bolsa de Barcelona volvía a adelantarse al sumar sus operaciones 442,5 millones de pesetas. En ambos casos las acciones de Telefónica jugaron un papel destacado y llegaron a representar la parte más importante de la totalidad del negocio generado.

Sobre esta compañía están volviéndose a centrar un buen número de rumores, especialmente después de que ha trascendido que ha presentado la documentación precisa para que fuese autorizada su ampliación de capital.

En estos documentos, al parecer, no figuran las condiciones de tipo de emisión ni proporción, por lo que las especulaciones se han desatado. La fecha para la realización de esta operación la fijan algunos expertos en la última decena del mes de septiembre, y le dan un período de vida de cuatro semanas completas.

En cuanto al tipo de emisión, algunos observadores insisten en asegurar que es posible que se ofrezca con una mayor proporción liberada de la que se viene barajando, mientras que en la proporción casi todos los testimonios insisten en situarla entre la 1x3 y la 1x5, aunque inclinándose más por la primera.

En el resto del mercado apenas se dieron actuaciones dignas de mención. La calma fue el factor determinante de las reuniones, y respondiendo a este aspecto fundamental volvió a observarse una nueva reducción en los volúmenes de oferta para el sector bancario, donde se prodigaron las repeticiones. Por otro lado, la baja de un punto en Banesto era el aspecto menos prometedor de la reunión, aunque los expertos insistían en restarle cualquier importancia singular.

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