El PSOE confía en que ganará todas Ias elecciones hasta 1990

"Estamos en una situación inmejorable tanto por el orden público alcanzado como por la crisis de los demás". Esta frase, recogida de las conclusiones del borrador del documento de estrategia del PSOE, revela el tono general de optimismo con que el partido en el Gobierno afronta la actividad política de los próximos meses, si bien su redacción es anterior a la última escalada de atentados. Sin minimizar los problemas del paro y del terrorismo, los socialistas están, convencidos, a juzgar por el citado documento, de que no cuentan con un rival serio a su derecha e izquierda, y desde esta perspectiva esperan mantenerse en el poder, como mínimo, hasta 1990. Ponen especial énfasis en el crecimiento del partido y en explicar a los ciudadanos las razones de las medidas más impopulares del Gobierno: la reconversión industrial y la moderación salarial.

El borrador del llamado documento de estrategia, al que ha tenido acceso este periódico, recoge las conclusiones del debate del Comité Federal, máximo órgano del PSOE entre congresos, del pasado mes de julio y prepara la discusión del próximo. Ha sido elaborado por un equipo de expertos, encabezado por el secretario general de los socialistas vascos, Txiki Benegas, y muy probablemente sufrirá algunas correcciones, ya que se trata de un borrador de trabajo. A pesar de ello, revela la consideración general de los socialistas de que, hasta ahora, no han sufrido ningún revés político y que la situación de sus rivales no tiene perspectivas de mejorar.El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, recogió el espíritu del documento cuando afirmó, en la reunión que mantuvo la pasada semana con los senadores socialistas, que "el electorado sigue confiando en nosotros de forma mayoritariamente abrumadora. Todo lo demás es un desierto político". En esta línea, los estrategas del PSOE destacan en el borrador que la derecha española se halla inmersa en una crisis de identidad y adaptación a la nueva situación, de la que no es previsible que salga a corto plazo.

"Tras 40 años de dictadura y seis de democracia, los sectores conservadores de la sociedad española siguen sin resolver el problema de su representación política. Su incapacidad para poner en pie fuerzas políticas que sirvan para canalizar sus intereses y traducirlos en proyectos políticos coherentes", dice el borrador, "es un mal endémico". Además, asegura que en los meses trascurridos desde la formación del Gobierno socialista se han apreciado notables faltas de sintonía entre la coalición AP-PDP-UL y algunos de los grupos sociales que supuestamente representa, que, en la mayoría de los casos, "prefieren articular la defensa de sus intereses en forma autónoma".

Esta supuesta desconexión entre los grupos sociales conservadores y sus representantes políticos es apreciada por el equipo de Benegas como "el fenómeno que puede estar en la raíz del desconcierto estratégico que ha acusado la oposición en estos meses, que se ha traducido en un comportamiento parlamentario balbuciente y carente de iniciativas". El borrador considera que el papel desarrollado por el Grupo Popular en el Parlamento ha ido a remolque de la Prensa: "No han ido más allá del aprovechamiento de los titulares periodísticos de cada día".

Sin embargo, la escasa actividad de los diputados y senadores populares durante el primer período de sesiones responde, según el jefe de la oposición, Manuel Fraga, "a ún comportamiento consciente". Fraga señaló, pocos días antes de iniciar sus vacaciones, que hasta ahora habían demostrado "no haber puesto trabas a la acción de gobierno", y añadió que, si bien pensaban mantenerse en la línea de "leal oposición", "las cosas han llegado demasiado lejos", y, en consecuencia, a partir del próximo mes de septiembre se va a intensificar el enfrentamiento en el Parlamento.

Oposición a partir de septiembre

Fuentes cualificadas del Partido Demócrata Popular -segunda fuerza del Grupo Popular que capitanea Fraga- manifestaron que están preparando "la artillería pesada" para el período de sesiones que se iniciará en septiembre, y que, "una vez demostrada nuestra buena voluntád", el grupo tiene previsto convertirse en la "auténtica oposición al Gobierno". Tres van a ser los frentes desde los que AP-PDP-UL intentará acorralar al PSOE: la política exterior, a la que califican de contradictoria y sobre la que incidirán en las consecuencias negativas de una posible salida de España de la OTAN; la política económica, aspecto en el cual "demostraremos a los españoles que no van a cumplir la promesa de los 800.000 puestos de trabajo", y, finalmente, las libertades públicas.

En este tercer apartado tiene el PDP puestas sus esperanzas para darse a conocer como una fuerza política diferenciada de Alianza Popular. Los colaboradores más próximos a su líder, Óscar Alzaga, han lamentado, siempre en voz baja, que Fraga les haya concedido poco protagonismo en el Parlamento y creen que ellos, debido a su pasado de oposición al franquismo, están más cualificados que Manuel Fraga y sus hombres para Gobiernos cíalista, al atacar al que atribuyen una política remisa ante las libertades de los españoles. En este sentido, las supuestas escuchas telefónicas y las rebajas de las leyes de asilo y de asistencia letrada al detenido van a ser el principal campo de batalla del PDP, cuya dirección cree, por otra parte, que Fraga no es la persoíla adecuada, debido a sus actuaciones en el pasado, para alzarse frente a Felipe González con la bandera de las libertades públicas.

En la defensa de la televisión privada y el ataque directo a la Ley Orgánica Reguladora del Derecho a la Educación (LODE), otras dos de las cuestiones clave de la oposición conservadora para después del verano, los democristianos de Alzaga van a hacer frente común bajo la batuta de Fraga y del portavoz Miguel Herrero. Pero el PSOE augura problemas internos en la derecha similares a los que llevaron a la autodestrucción de Unión de Centro Democrático y no teme las embestidas de la oposición. "En el interior de la propia coalición predominante en la derecha", afirma el borrador del documento de estrategia, "comienzan a brotar los mismos gérmenes de división interna que determinaron en su momento el hundimiento de UCD, con el agravante", subraya, "de que ahora ni siquiera pueden recurrir al reparto del poder para mantener una unidad más o menos apa ente".

Carrillo, "líder de los prosoviéticos"

Sobre las opciones políticas de centro el documento estima que "Ias operaciones que pretenden ocupar el espacio de centro supuestamente disponible no pasan hasta ahora de ser puras especulaciones de laboratorio montadas sobre las ambiciones de ciertos personajes y sus posibilidades de echar raíces sólidas en el cuerpo electoral siguen siendo muy remotas".

Las críticas a la izquierda no son menos contundentes: "El cambio de secretario general en el PCE sólo parece haber servido", afirman, "para que el sector más prosoviético de ese partido encuentre al fin un líder en el anterior secretario, Santiago Carrillo, y tampoco hay perspectivas razonables de que su crisis interna tenga una solución estable a corto plazo".

Respecto a los partidos nacionalistas, el equipo de Benegas resalta que las próximas elecciones autonómicas en Cataluña y el País Vasco suponen un reto de gran importancia para los socialistas, "que se presentan como la única alternativa capaz de garantizar un desarrollo autonómico que no se base en la insolidaridad y la permanente confrontación con el Gobierno central como único punto de su programa".