Descubrimiento de un actor
David Niven ha dejado detrás de sí una larguísima filmografía, en la que hay muchos filmes renombrados y populares. Desde 1935 hasta hace pocos años, el actor británico prodigó su impecable apostura, su inmovil peinado con rizos y raya de tiralíneas, su cara puntiaguda y triangular, cortada por un bigotito inconfundible, en innumerables películas de casi todos los géneros, pero casi siempre metida en personajes entre cínicos y románticos, por lo general buenos chicos, con una punta de elegantes y mundanos. Niven repitió este personaje hasta la hartura, y se lo sabía tan bien, que realmente lo llegó a hacer con toques inimitables.A algunos actores pertrechados con buena técnica, pero sin genio ni nada demasiado personal que decir, la ocasión excepcion.al les llega cuando algún director les hace salir de su encasillamiento y a hacer de improviso otro tipo que el que se saben de memoria. El siempre eficaz galán Melvyn Douglas encontró, ya anciano, en Hud y en Bienvenido Mister Chance, esta ocasión de oro, e hizo un par de creaciones magníficas y fuera por completo de su vieja horma.
Un par de personajes simples y bonachones del Burgess Meredith viejo, borran de la memoria al retorcido y amanerado actor que fue antaño. Cuando Preston Sturges hizo quitar a Joel McCrea su sombrero texano, descubrió en él en Los viajes de Sullivan un excepcional comediante. Y así, muchos más.
Uno de estos actores fue David Niven, y su ocasión dorada le llegó en Mesas separadas, donde arrojó a la papelera su estrellato, su proverbial exigencia de ser cabecera de cartel, la estudiadísima ironía mundana de su personaje habitual, e hizo casi exactamente lo contrario, componer un triste y oscuro, un tímido pa téticó, un niilitar retirado que descubre bajo su suficiencia, una innombrable debilidad, que no es otra que su condición de pobre hombre, es decir de hombre a secas. Pero esto es prácticamente todo lo contrario de lo que Niven había venido haciendo durante -sus casi 25 años de carrera anteriores a este filme, realizado por Delbert Mann en 1957. Por su trabajo en Mesas separadas, Niven obtuvo el oscar al mejor actor secundario correspondiente a 1958. Weridy Hiller obtuvo precisamente el correspondiente femenino tambien por su interpretación en este filme.
La película está basada en una comedia arquetípica del comediógrafo inglés Terence Rattigan, y es una comedia muy de estirpe inglesa, muy casera y no demasiado brillante, pero con tipos y situaciones interesantes, y dirigida por Mann con buen pulso, a la manera de sus primeros filmes -Marty y Despedida de soltero-, que le dieron una fama algo desproporcionada con las posibilidades reales de su talento. En Mesas separadas, Mann cuenta c on un fastuoso reparto: Burt Lancaster, Rita Hayworth, Deborah Kerr, además de los citados y del habitual reparto de solventes e inimitables comediantes teloneros, tan abundantes en las películas inglesas o norteamericadas de ambiente inglés.
Mesas separadas se emite hoy a las 21.25 por la primera cadena.
