Armiñán y el tema del doble
En la etapa española de su carrera, Serena Vergano fue protagonista de un buen número de filmes que no la merecían. El suyo es un caso de mito frustrado, de mito de cineastas y cinéfilos que intentaron convencer a un público más amplio de que ella era la mujer soñada. La suavidad de su voz, con un entonación musical, un cierto retraimiento en su actitud y unas facciones alejadas de la tópica belleza exuberante, eran factores que la convertían en heroína ideal para dramas de Antonioni o, simplemente, de sociedad civilizada.En La Lola dicen que no vive sola se intentó popularizar su imagen, alejándola de los decorados sofisticados de la Escuela de Barcelona y el alejamiento la convirtió en prostituta, destino cinematográfico final de las mujeres liberadas sin dinero suficiente para vivir sin tener que venderse.
En este filme, su segundo largometraje, Jaime de Armiñán juega con un tema que es el eje de su filmografía, el del doble, el del personaje que se enfrenta o refugia en una imagen de sí mismo. Basta con recordar a Marisol en Carola de día, Carola de noche o el niño que en El gran amor del capitán Brando se desdobla para adquirir su otra identidad o a los adultos de En septiembre, que sueñan en lo que pudo haber sido, en su otro destino y personalidad, en esa parte de la vida que la casualidad y las circunstancias han aparcado. En La Lola dicen que no vive sola, Serena es una madre soltera metida a prostituta. Una promesa hecha a la Virgen la obliga, a cambio de la curación de la niña, a no acostarse con hombre alguno durante un año. Durante este período de abstinencia, se enamora de ella el viudo interpretado por Mark Stevens y ahí es donde aparece el dilema. ¿Es de ella, Lola de rompe y rasga, o de esa Lola casta de quien se ha prendado el galán de sienes plateadas? Para averiguarlo, a Lola no le queda más remedio que enfrentarse al pasado, simbolizado en sus colegas y en los hombres con los que compartió la cama. Y lo hace con su. única arma, con "esa fe campesina e instintiva, confiada y rotunda" que, según el catálogo de Uniespaña, sirve para salir con bien de cualquier lance.
La peripecia melodramática daba pie a lo mejor y a lo peor, a lo minelliano y a la cotidianidad, a la estilización y al naturalismo. El resultado es armiñanesco, que es tanto como decir muy próximo a las opciones citadas en segundo lugar de las disyuntivas. Eso sí, Serena Vergano derrota a Lola y sale intacta del mal trago. No podía ser de otra manera.
La Lola dicen que no vive sola se emite hoy a las 21.45 horas por la primera cadena.
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