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Cunningham pide al Madrid otra oportunidad

Laurie Cunningham pide una oportunidad al club madridista, como si de un maletilla del fútbol se tratara, después de que en cuatro años, los que lleva perteneciendo al Real Madrid, echara por tierra la fama de estrella rutilante del fútbol inglés con la que Negó a España. Más de 125 millones de pesetas pagó entonces el Real Madrid al West Bromwich Albion por su traspaso. Ahora nadie quiere al jugador negro, al que le resta un año de contrato por cumplir. El Real Madrid, poco menos que en un gesto humanitario, accedió a que Laurie Cunningham estuviera en el acto de la presentación del primer equipo del Real Madrid y que los aficionados recordaran que Cunningham aún existe.

El Real Madrid pretende desprenderse, como si de un maleficio se tratara, como si fuese un apestado, del jugador que hasta hace un mes escaso fue el fichaje más caro de la historia del club. Los dirigentes madridistas insisten una y otra vez en que están dispuestos a conceder todas las facilidades del mundo para que se marche a otro equipo, traspasado o cedido, a un equipo extranjero o español. Pero sólo el West Albion tiene algún interés por Cunningham, si no tiene que pagar traspaso.El pasado jueves se entrevistaron en la sede del Real Madrid su vicepresidente primero, Luis Martínez Laforgue, y el jugador, que estuvo acompañado de un amigo inglés. "No hubo solución", fue la respuesta del dirigente madridista. Laurie Cunningham aseguró que tres clubes están interesados en sus servicios, pero, según Luis Martínez Laforgue, no indicó sus nombres. Ningún club, por otro lado, se ha dirigido al Real Madrid para interesarse por el jugador madridista, por lo que no pueden existir negociaciones de ninguna clase.

El Madrid sólo le permitió estar en la presentación del equipo; no viajará con el equipo a Austria, ni jugará partido alguno de exhibición; es decir, no tendrá una oportunidad para demostrar si vale o no. Algunos directivos identifican la mala racha del club con el fichaje del británico.

Al jugador se le hizo firmar dos contratos, uno en inglés, en el que las cantidades estipuladas figuran en libras esterlinas, y otro en español, y en el que se estipula que cada libra esterlina se le abona a 148 pesetas. Este cambio es el que mantiene el Real Madrid desde entonces para pagar a Cunningham, cuando hoy día una libra esterlina supone unas 225 pesetas.

Laurie Cunningham estuvo a punto de denunciar al Real Madrid ante la Magistratura de Trabajo por este asunto, según le aconsejó algunos compatriotas amigos. Según estas personas, el Real Madrid adeuda varios millones de pesetas a Cunningham. Pero otros amigos le indicaron todo lo contrario, al considerar que una guerra con el Real Madrid, en estas circunstancias para el jugador, no le conviene.

También parece que existen discrepancias sobre la duración del contrato de cesión de Cunningham al Manchester United, el pasado mes de marzo, y que redundan en perjuicio del jugador. Cunningham es posible que no llegue a cobrar un par de meses por falta de acuerdo entre el Real Madrid y el Manchester en el tiempo de la cesión.

La situación económica personal del jugador británico, pese a su millonario contrato, no es demasiado saneada. Al poco tiempo de firmar por el Real Madrid, el ex jugador madrídista Benito consiguió venderle un chalé que entonces estaba en construcción en las proximidades de la sierra madrileña. El precio de la venta del chalé pudo superar los 25 millones de pesetas, importe que asegura se descuenta de sus ingresos para pagar directamente a Benito. Pero el chalé no proporcionó a Cunningham más que quebraderos de cabeza e incrementó considerablemente los gastos de construcción, debido a los graves problemas del terreno donde está situado.

Los resultados de las intervenciones quirúrgicas a que fue sometido bien se puede decir que acabaron con López Quiles como médico del Madrid, al que perteneció más de 25 años, y con el futbolista. En una ocasión, Cunningham fue ingresado en el quirófano para ser sometido a una artroscopia de su rodilla que no acababa de recuperarse y salió de él intervenido de menisco. López Quiles llegó a recibir la velada amenaza, por parte de un directivo madridista, de una querella criminal por parte del jugador británico, dispuesto a solicitar una indemnización de 100 millones de pesetas.

Cunningham percibe anualmente, por su contrato, unos 15 millones de pesetas, los que cobrará si acaba el año que le resta por cumplir en el Madrid. Esta cifra y el año que le une aún al Real Madrid, además del estado físico del jugador, son los principales obstáculo para que Cunningham deje el equipo madridista, como pretenden sus directivos por todos los medios. El Real Madrid, que tiene al jugador como transferible, no encuentra un club que pague esa cifra por su cesión. Los clubes que se aseguran están dispuestos a ficharle sólo quieren pagarle por los partidos jugados. El drama de Cunningham es que nadie le quiere, ni en su país.

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