'Ha nacido una estrella', un musical trágico

En 1954, cuando Judy Garland interpretó el papel de protagonista femenina de A star is born (Ha nacido una estrella), se la consideró una actriz acabada. La carrera comercial del filme pareció confirmar esta opinión, al menos momentáneamente, pero la crítica reconoció no sólo la calidad de la película sino, también, el extraordinario trabajo interpretativo de Judy que, sin embargo, vio como el oscar fue a parar a manos de Grace Kelly. Había tardado cuatro años en volver a las pantallas e iban a pasar seis más antes de que lo intentara de nuevo. Sólo en 1963, con A child is waiting, de John Cassavettes, podrá brillar de nuevo con un papel a la altura de sus extraordinarias posibilidades dramáticas.A star is born es uno de los títulos míticos del musical. En España y es conocida fundamentalmente a través de sus pases por televisión. Hasta el momento, esos pases se han hecho sirviéndose de alguna de las versiones europeas, todas ellas considerablemente más breves que la original norteamericana que George Cukor dejó en tres horas y cuarto de duración. De la importancia de los cortes -que suprimen tanto números musicales como diálogos- nos habla el que sea la única ocasión en que Cukor -que era un cineasta acomodaticio- se haya quejado amargamente de los cambios que impone la producción. Este año, el festival de Venecia proyectará una copia íntegra reconstruida por la propia Academia de Hollywood. El filme es un remake de otro de igual título en el que Fredric March desempeñó el papel de James Mason y Janet Gaynor el de Judy Garland. Quien entonces les dirigió fue William Wellman. En el guión de A star is born de 1954 hay una serie de variaciones respecto al modelo, debidas a que el guionista -Moss Hart- recuperó, por indicación de Cukor, algunos temas y detalles que el cineasta desarrolló en What price Hollywood. Se trata de dar una mayor profundidad y realismo a la descripción que se hace del mundo de los grandes estudios, de manera que éste aparezca con toda su fuerza, con lo que tiene de atractivo y lo que hay de terrible, de lucha y de espíritu de competencia.

La señora de Maine

El argumento es conocido. Un actor en la cúspide descubre a una cantante. Se casan y sus carreras van a seguir trayectorias divergentes: mientras él es vencido por el alcoholismo y olvidado por todos, ella triunfa hasta el punto de conseguir un premio de la Academia. Es uno de los momentos culminantes del filme. Norman Maine (James Mason), borracho, sube también al escenario, pega, sin querer, a su oscarizada esposa y saluda a un público cruel que no desea verle en aquel estado. La consecuencia del escándalo es el internamiento de Maine y su suicidio, en una secuencia de gran dramatismo en la que se sumerge en el mar. Sin embargo, el espectáculo debe continuar y Vicky Lester (Judy Garland) -que había anunciado su retirada canta de nuevo ante el público después de corregir al presentador y saludar diciendo: "Hola a todo el mundo. Soy la señora de Norman Maine", reivindicación póstuma del marido al que Hollywood quiere olvidar. En su momento, A star is born ofrecía un añadido de morbosidad que, por ser auténtico, quizá contribuyó a alejar a los espectadores. Judy Garland había sufrido diversas depresiones nerviosas, internamientos y crisis. Sus excesos con el alcohol y los somníferos crearon en torno a ella una mala reputación. Había sido sustituida por Betty Hutton en La reina del Oeste (1950) y el poco éxito de Summer stock (1950) se atribuyó a lo crispado que aparecía su personaje. Además, Ha nacido una estrella está producida por Sidney Luft, con el que Judy se había casado dos años antes, después de separarse de Vincente Minnelli. Los paralelismos que se podían establecer entre realidad y ficción eran evidentes y, quizá, demasiado dramáticos. Hay que tener en cuenta que Judy Garland fue, durante la década de los cuarenta, una auténtica superestrella, clasificándose repetidas veces dentro del ranking de los diez actores más taquilleros. Pero no tenía tras de sí únicamente un pasado hollywoodense esplendoroso, enturbiado por sus problemas psíquicos y sentimentales. También hay que valorar su experiencia como actriz infantil y, sobre todo, el hecho de que antes de los diez años, en plena depresión, ella y sus dos hermanas fueron quienes mantenían a la familia, ya que su padre estaba muy enfermo y no podía actuar.Se ha dicho de Ha nacido una estrella que es el primer musical auténticamente trágico y seguramente es exacto. Lo es porque la fusión entre Vicky Lester y Judy Garland es perfecta, pero también porque el Hollywood que aparece en la cinta y el real son algo demasiado parecido. Años más tarde, en 1977, Frank Pierson intentaría un remake con Barbra Streisand y Kris Kristofferson. Al margen de otras muchas consideraciones, el esfuerzo será baldío porque la música pop, con sus ídolos de consumo rápido y carrera prefabricada, nunca ofrecerá una mitología comparable a la del Hollywood clásico.

Ha nacido una estrella se emite hoy a las 21.15 horas por la primera cadena.