La mayoría de los clubes es partidaria de la implantación de la Liga profesional
El fútbol español celebra hoy en Madrid dos asambleas. La primera de ellas tiene carácter ordinario, y sus acuerdos pueden afectar decisivamente al futuro inmediato del fútbol. La segunda asamblea ha sido considerada extraordinaria, y en ella se debatirán los reglamentos de todos los estamentos relacionados con la Federación Española: fútbol profesional y aficionado, jugadores, entrenadores y árbitros.
La sombra de un cierto enfrentamiento de posturas entre la Administración y la Federación Española de Fútbol, declarado ya sin tapujos desde que se decidió suspender la subvención económica ante la falta de transparencia en las cuentas federativas de 1982, pesará sobre el pleno del fútbol español de este año. La estrategia de Pablo Porta en situaciones como éstas es de sobra conocida por la experiencia de precedentes anteriores.Algunos de los asambleístas, que en su totalidad fueron reunidos ayer en la Federación por se parado, según las categorías, con el fin de preparar la sesión de trabajo de hoy, llegaron a comentar que "se espera un pleno bastante duro. Hay bastante malos humo res entre los asambleístas". Uno de los presidentes de clubes que el pasado lunes estuvo en el Ministerio de Cultura, en la entre vista que varios representantes del fútbol mantuvieron con Javier Solana, se mostró ciertamente preocupado y confesó que "después también irán por nosotros".
Pablo Porta, como máximo dirigente del fútbol nacional, al presidir su asamblea, jugará sus bazas en favor de sus intereses. Sorprende, por ejemplo, que asegure ante el ministro de Cultura que no es partidario de la Liga profesional, que contempla a su manera la separación del fútbol profesional del aficionado, pero que la aceptará si esa es la opinión de la mayoría, cuando es el autor de la idea, plasmada después jurídicamente en el correspondiente anteproyecto por Jesús Samper, asesor laboral de la Federación Española y jurídico del Real Madrid, cuyos dirigentes conocieron con cierta anticipación las pretensiones y contenidos del escrito presentado a los representantes de los clubes de Primera División para su debate y estudio. Los representantes de los clubes de Primera, Segunda y Segunda B son partidarios de la Liga profesional.
No es extraño, por otra parte, después de conocer al autor de la idea, y de ésta plasmada en un reglamento, que el ministro de Cultura no considere el proyecto como satisfactorio. Las cartas que Pablo Porta puede jugar en este asunto es colocar a un hombre de su confianza, que no es Vicente Calderón, al frente de esa Liga profesional.
Las cuentas federativas de 1982 pueden convertirse en el punto álgido del pleno futbolístico de hoy. El secretario de Estado para el Deporte declaró ayer que "no me parece muy normal que la asamblea general del fútbol apruebe las cuentas de ese año", y que serán presentadas ante los asambleístas por el vicepresidente adjunto a la presidencia para asuntos económicos de la Federación Española de Fútbol, Josep Lluís Núñez, presidente del Barcelona.
Fuentes federativas aseguraron que los asambleístas recibirán hoy una fotocopia de parte de la auditoría de las cuentas de 1982, la que se refiere a las conclusiones de los censores jurados. En este punto, desde hace algunas fechas se barajó la posibilidad de que la asamblea del fútbol decidiese no realizar el sorteo del calendario de Liga de Primera División con tiempo suficiente para el desarrollo normal de las quinielas ante la postura de la Administración de suspender la subvención económica a la Federación Española de Fútbol.
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