La segunda galería
A los internos de la segunda galería de la cárcel Modelo de Valencia no nos queda otra cosa que echarnos a reír al leer lo ya escrito. ¿El porqué?Pues porque nadie mejor que nosotros sabemos los motivos y causas del enfrentamiento entre internos de ésta el sábado 11 de junio.
Y éstos no eran ni serán los de "intentar controlar las drogas y el poder en la segunda galería" (como dice el portavoz).
Fue algo mucho más sencillo y por distintos motivos; el primero, por un bote de champú, y el segundo incidente, por cuestiones personales del exterior. Son cosas que pasan en la cárcel...
En esta prisión y galería no existe la famosa ley del más fuerte, ni otras similares, tales como mafias y clanes ... ; esto no es cierto. Aquí la ley del más fuerte la utiliza y practica el funcionario (cierto sector), y si esta prisión es modelo, no lo es de otra cosa que de modelo, sí, pero de represión.
Si se analiza la situación económica de los presos implicados en las reyertas (éstos nada conflictivos), se llega fácilmente a la conclusión de que difícilmente puede controlar la droga alguien que es indigente, y en cuanto al poder, otros sin él suficientemente acondicionado e implantado.
Nos echamos a reír también cuando leemos y vemos la hipocresía de quien lo escribe y piensa; el solo pensar que a ciertos señores del cuerpo especial les trastorne la idea e intención de velar por las vidas de los reclusos, cuando durante muchos años han sido, y siguen siendo hoy, enemigos acérrimos de la democracia, y no digamos ya de los derechos humanos.
El que lo hagan por sus vidas, lo creemos...
Más fuerte suena nuestra carcajada cuando leemos otro artículo de EL PAIS en relación a los encierros que se están llevando a cabo en varias prisiones españolas.
Nadie cree que, por ejemplo, el señor Domingo Díaz Mayordomo (alías Capitán Veneno) o don Fernando Valbuena pretendan ser, a estas alturas, demócratas por los cuatro costados, y mucho menos personas aptas para tratar de solucionar el problema penitenciario actual. Y mucho menos con sus métodos.
Todos disparan hacia Martínez Zato...
A nosotros no nos parece que un señor que trata de que a los presos, que también son personas, se les trate como a tales, está llevando una política y actuación malas. Todo lo contrario.
Los funcionarios que apuntan y critican se quejan de que no se les respeta, y nosotros preguntamos: ¿Se puede respetar a alguien que no lo hace con los demás, que se pasan la ley Penitenciaria por el forro de sus caprichos, que utilizan el reglamento para perseguir y amargar la vida a los internos, en vez de usarlo para rehabilitarlos a la sociedad?
A nosotros nos consta que la labor de Martínez Zato es constructiva; lo que ocurre es que se le quiere menospreciar y desdecir por la simple y sencilla razón del poder de la envidia.
Aquellos señores que eran directores, y que hoy son oficinistas del Psiquiátrico de Madrid y de Málaga (prisión), les gustaría, ser lo que fueron, o sea, verdugos de una sociedad que ni ésta los desea. Añoran su poder, igual que echan de menos su mando, y por ello tratan de empeorar con una guerra fría la situación penitenciaria; cuando estamos seguros de conseguir algo con ella, ésta se empeora más. Cosa que no deseamos.
Por ello este desmentido, y nuestro más sincero apoyo al director general, señor Martínez Zato, no por interés, aunque éste evidentemente existe, sino para que también la sociedad sepa que en ese puesto hay y está una persona que tiene sentimientos y que intenta que sus delincuentes, cuando salgan en libertad, no sean convertidos en criminales con deseo de venganza y sentimientos de odio hacia los demás. Y esto no puede ser jamás una mala política ni una mala gestión, ¿no les parece señores del cuerpo especial ... ?
Un ejemplo claro y actuaben esta prisión modelo nunca ha habido una comisión de presos. Actualmente existe un comunicado en el tablón de anuncios de dicha galería que invita a presentarse a candidatos para fórmar una comisión; permanente y justa es lo que deseamos.
Paradójicamente no hay candidatos presentados. ¿El porqué? Sencillamente porque ni aun así la ley se cumpliría por mucho que éstos lo pretendiesen. Que ¿cómo es eso?
Volvemos a lo de antes, el boicoteo de cierto sector funcionarial puede más actualmente que las ganas de luchar contra él.
Ganas de luchar contra ese boicoteo sí existen, pero también cierto miedo a las represalias que esto conllevaría...
¿Remedio? Que se purifiquen las plantillas y se vayan los que estorban, o sea, los que criticamos con este escrito, y declaraciones, para que sigan adelante con buen fin los que hoy están y se encuentran prácticamente tan marginados y represaliados como nosotros. Por eso no podemos evitar criticar ciertos relevos y ceses, y sí aplaudirlos y muy enérgicamente. /
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