El Rey impuso 26 condecoraciones a policías heridos en atentados terroristas

El rey Juan Carlos presidió ayer en la Academia de Jefes y Oficiales de la Policía Nacional de San Lorenzo de El Escorial (Madrid), el acto de clausura del curso de la primera y segunda promociones de caballeros alféreces cadetes de dicho cuerpo. Don Juan Carlos, en su primera visita a este centro, inaugurado a finales de 1980, también impuso 26 condecoraciones a diversos miembros del cuerpo, varios de ellos, heridos en atentados terroristas.El jefe del Estado, que vestía uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, estuvo acompañado, entre otras autoridades, por el ministro del Interior, José Barrionuevo; el subsecretario del departamento; el director de la Seguridad del Estado; el director general de la Guardia Civil; el general inspector de la Policía Nacional, y el gobernador civil de Madrid.

El acto se inició a las 18 horas, en el patio de la academia, tras la llegada del Rey, quien pasó revista a los 71 cadetes que han finalizado los cursos. Seguidamente, el Rey y las primeras autoridades impusieron las medallas a los condecorados. Entre ellos figuraban el sargento José Miñano, herido gravemente en un atentado perpetrado por ETA Militar el pasado año en Vitoria, y el policía Antonio Guinao, igualmente herido en otro atentado de los GRAPO en Barcelona. Asimismo, entre los condecorados estaba el propio general inspector de la Policía Nacional, general Félix Alcalá-Galiano, y dos miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO), cuyo comandante también estaba entre los asistentes. La única condecoración colectiva fue entregada a la Unidad de Desactivación de Explosivos.

Tras el acto tomó la palabra el ministro del Interior, quien señaló que la presencia del Rey en la academia simbolizaba el apoyo y respaldo a la sacrificada tarea de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, "que son los primeros garantes de los derechos y libertades de los ciudadanos, reconocidos en la constitución". "Nos esforzamos", añadió Barrionuevo, "por crear, sobre la base de lo existente, un cuerpo policial unificado, que recibirá el nombre de Instituto Armado, de carácter civil y fuertemente disciplinado". Finalmente, el ministro recordó, uno a uno, los nombres de los últimos seis policías nacionales fallecidos en actos terroristas, y concluyó su intervención con vivas a España, la Constitución, el Rey y la Policía Nacional.