Un nuevo partido, creado por Ignacio Camuñas, complica la 'guerra' entre los grupos liberales

La guerra por quedarse en exclusiva con la patente de la ideología liberal, que enfrenta a esta familia desde hace más de un año, experimentó ayer una nueva batalla, con la aparición en escena de un Partido de Acción Liberal (PAL), inspirado por Ignacio Camuñas, quien convocó una reunión interna del PAL a la que asistió casi un centenar de personas. A su vez Manuel Fraga ha iniciado contactos con ex miembros de UCD para reforzar la Coalición Popular.Camuñas, que llegó a ser uno de los vicepresidentes de la Internacional Liberal y que encabezó una de las fracciones liberales en UCD, dijo pretender hacer una formación política equidistante de socialistas y conservadores, pero favorable a una convergencia de todos los miembros de esa familia ideológica.

La llegada del PAL, en el que se integran varios ex miembros de UCD, como Federico Mayor, Manuel Bermejo, Francisco Ruiz Risueño o Antonio López Casero, complica aún más el ya de por sí enrarecido panorama del liberalismo español, dividido en, al menos, tres sectores aparentemente irreconciliables, pero siempre en contacto y alerta, a la espera de la deseada unificación de la familia.

El Partido Demócrata Liberal (PDL) de Antonio Garrigues Walker aparece actualmente dividido sobre la estrategia a seguir: mientras unos, como el propio Garrigues, apuestan por un acercamiento a la operación reformista lanzada por el secretario general (en funciones) de Convergéncia Democrática de Cataluña, Miquel Roca, otros no parecen completamente ajenos a los movimientos de captación que inspira Manuel Fraga.

Operación Pérez-Llorca

El presidente de Alianza Popular, que se reclama liberal-conservador, parece encontrar insuficiente el flanco liberal cubierto por el minúsculo partido Unión Liberal (UL), encabezado por Pedro Schwartz y coaligado con AP. Por ello Fraga se ha lanzado, un tanto al margen de Schwartz y su UL, a contactar con algunos significados liberales procedentes de UCI), descolgados del PDL de Garrigues o del recién llegado PAL de Camuñas y que tampoco quisieron apuntarse a UL, fundamentalmente por cuestiones de protagonismo personal: en los últimos días se habló al respecto de "conversaciones" con algunos altos cargos de los tiempos ucedistas, como Matías Rodríguez Inciarte (ministro de la Presidencia con Calvo Sotelo), Antonio Jiménez Blanco (ex presidente del Consejo de Estado) o Soledad Becerril (ministra de Cultura en el último Gabinete UCD).El ex ministro de Asuntos Exteriores, Jose Pedro Pérez-Llorca, quien en los últimos tiempos también se apuntó al ala liberal de UCD, habría actuado como principal intermediario entre Fraga y los antes citados. Un primer contacto de Fraga con los ex ucedístas fue seguido por otros, aislados, con Carlos Robles Piquer. Pero la operación liberalismo inspirada desde AP apenas pasa, por ahora, de estos contactos, y no parece haberse llegado -siquiera a una fórmula para articular a los antiguos notables de UCD en la Coalición Popular, dado el rechazo mayoritario a englobarse en el grupo de Schwartz.

Estos ex ucedistas que se decían inscritos en la familia liberal mantienen, a su vez, contactos con antiguos compañeros que hoy militan en el partido de Antonio Garrigues, pero que no comparten el rechazo mayoritario y a prior¡ del PDL a cualquier acercamiento a la Coalición Popular: en este caso estarían Luis Miguel Enciso, Joaquín Muñoz Peirats o Pedro López Jiménez, para no hablar de otros militantes de segunda fila en el PDL, que anteponen la reconciliación familiar a otras consideraciones y que se manifiestan contrarios a la operación de Roca.

Medios de la Internacional Liberal parecen hallarse algo perplejos ante este panorama ofrecido por el liberalismo español. Por el momento, Garrigues sigue contando con una vicepresidencia, igual que Camuñas, mientras Schwartz, más rezagado, realiza viajes a Londres en busca de contactos y de homologación.