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La vuelta de Anthony Perkins

22 años después, revive 'Psicosis', de Alfred Hitchcock

Anthony Perkins puede ser perfectamente el actor norteamericano de tipo medio, no muy rico, pero tampoco pobre, casado y con dos hijos, que no se siente explotado, a pesar de las condiciones de trabajo cada vez más duras que impone la competencia de Hollywood. A este actor, le gustaría ir en 1983 a Nueva York a rodar una buena película de suspense o una historia de amor. En Madrid, donde se encuentra para anunciar una segunda versión cinematográfica de la película Psicosis, realizada por Alfred Hitchcock en 1960, representa todas estas características, a las que añade la de ser un hombre relajado.

A los 51 años, Perkins conserva sus casi 1,90 metros de estatura, una figura estilizada y atlética, su mirada viva y un trato afable que le ayuda a explicar por qué vuelve a hacer una película de suspense justo a los 22 años de haber participado en Psicosis, la película que le lanzó a la fama internacional como actor en 1960.El actor norteamericano no asimiló muy bien, sin embargo, el hecho de que en muchas partes del mundo le reconocieran cuando caminaba por las calles de las grandes ciudades como el actor que había encarnado al joven que cometió atroces crímenes en un motel y una vieja casa victoriana. Quizá por ello prometió que no volvería a intervenir en películas de este tipo.

Han pasado muchos años. Perkins siguió haciendo cine en No me digas adiós, Fedra, Un maravilloso veneno, El proceso, La década prodigiosa, Asesinato en el Orient Express. También hizo teatro y comedia musical hasta que en 1982 fue llamado por el director australiano, Richard Franklin, para encarnar el mismo personaje que había hecho muchos años atrás.

"Antes de leer el nuevo guión era reacio a hacer el mismo papel, probablemente porque Psicosis marcó mi carrera cinematográfica, pero después pensé que valía la pena contar la historia completa de Norman (que vuelve, años después, ya rehabilitado de su locura, a su casa desde un internado)".

Cuando le preguntan a Anthony Perkins si el personaje atormentado de Psicosis ha dejado huella en él, responde que es un actor profesional que se dedica a la interpretación. "No llevo mi trabajo a mi casa, no confundo mis personajes con mi vida. En mi vida privada soy una persona esencialmente relajada, sin ansiedad". Niega, por otra parte, que estuviera en un sanatorio de reposo a raíz de la interpretación de Psicosis.

Perkins dice que ha encontrado muy pocas diferencias entre Hitchcock, director de la versión que le lanzó a la fama, y Psicosis II (El regreso de Norman), de Franklin. "Los dos han mostrado la misma actitud de humor y de relax; los dos han entendido lo que es el trabajo del actor. Por otra parte, yo también sé, porque lo aprendí de William Wyler, que un actor no debe hacer caso a la cámara, debe actuar libremente porque, de lo contrario, la cámara se vuelve tímida y no da todo lo que tiene que dar de sí".

En estos momentos, Anthony Perkins huye limpiamente de toda consideración que pueda acercarle a la plataforma de una gran estrella o un genio. "Sólo me considero a hard-working actor (un actor que trabaja duro), que tiene que mantener a una mujer y a dos hijos, que no es millonario porque no ha hecho grandes series de televisión, que es lo que da dinero, y que incluso es cocinero y chófer de sus hijos".

La película Psicosis II se estrenará en España a finales del mes de agosto. Se trata de una produc,ción que le ha costado a Universal Pictures 725 millones de pesetas. Junto a Anthony Perkins ha sido también recuperada la actriz Vera Miles, que hizo de Lila en la primera versión de Hitchcock.

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