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"Hay que olvidar 'las matildes' y pensar en la CTNE como un motor tecnológico", según Luis Solana

La Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) presentará hoy, ante la junta de accionistas, unos beneficios de 26.547 millones de pesetas relativos a 1982. El balance, que se presentó ayer a los medios informativos, fue calificado como de "transición" por Luis Solana, que accedió a la presidencia de la compañía a finales del citado ejercicio, y que prefirió dedicar su intervención a perfilar el futuro de la CTNE. Un futuro que, según dijo, pasa por consolidar financieramente a la CTNE, por convertirla en un motor del desarrollo tecnológico de España, y por mejorar y extender los servicios telefónicos.

Luis Solana, que confesó su gran satisfacción por ser presidente de CTNE -"aunque antes siempre había pensado que quería ser ministro-" dividió su intervención en tres grandes apartados: financiero, industrial y de servicios. En el aspecto financiero, al margen de insistir en la necesidad de mejorar y consolidar la estabilidad financiera de la compañía, se refirió al estrechamiento del mercado interior y a la necesidad de recurrir al mismo con oportunidad y mesura ("no hay que quitar excesivos recursos a otras empresas nacionales que no cuentan con el atractivo de la CTNE") y a combinar esta presencia con salidas a los mercados exteriores.Resaltó la importancia y éxito de la reciente emisión de pagarés de empresa de CTNE, expresó la voluntad de recurrir a una ampliación de capital dentro de 1983, y dijo que a estas alturas del año podía asegurar ya que en 1983 se mantendrían los dividendos. Con respecto a éstos, insistió en considerarlos como una parte de los costes de la compañía, como una retribución al dinero facilitado a la CTNE, más que como un reparto de beneficios ("¡qué se olvide el tema de las matildes!"). Los beneficios, dejó entrever, deben ser para la sociedad y deben traducirse en un desarrollo industrial, que potencie tecnologías de futuro, facilite exportaciones y cree puestos de trabajo.

La CTNE debe aparecer como un importante grupo industrial y no sólo como una compañía de servicios. En este sentido, habló del primer plan cuatrienal concertado de inversiones de la CTNE, en cuya elaboración participarán, junto a los responsables de la compañía, las industrias suministradoras, los sindicatos, los usuarios y el Gobierno. Anuncié asimismo la creación de un moderno Centro de Investigación y Desarrollo con una inversión de 3.000 millones de pesetas.

Habló por último de los servicios y de la necesidad de acercar el teléfono a todos los núcleos de población. Para ello, se propone conciertos de financiación con las comunidades autónomas.

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