Doeke Eisma,
del Grupo Independiente, de Holanda, y Dieter Rogalla, socialista de la República Federal de Alemania, son dos parlamenterios de la Asamblea del Mercado Común Europeo que están encabezando la batalla para conseguir que ellos y sus compañeros parlamentarios utilicen para sus desplazamientos oficiales bicicletas, en sustitución de los tradicionales coches con chófer. Tal reivindicación se lleva defendiendo desde año y medio y las razones para persistir en la misma es que la bicicleta es un medio de transporte "económico y ecológicó". El lunes pasado, al no encontrar los parlamentarios en la estación de Estrasburgo las bicicletas pedidas, han recurrido al presidente del Parlamento Europeo, Piet Dankert, para que satisfaga su petición.
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